3 de agosto de 2012

La Maldición. Capítulo 15.

Capítulo 15. Mareada.

 - ¿Conociste a mi abuela?- pregunté.
Asintió.
- La última vez que yo la vi tenía 7 años-dije-.
- Yo la vi por última vez con 9 años, es decir, hace 8 años. Y si te digo la verdad, fue la abuela que nunca tuve. Hizo mucho por la gente que está aquí.
- ¿Te puedo preguntar por qué me das esto ahora?
- El collar… porque lo necesitarás, y la foto es un recuerdo –dijo él-.
- Gracias –dije mientras le sonreía-. ¿Nos podemos quedar aquí esta noche? No quiero volver.
- Claro, como quieras.
La noche llegó enseguida, hicimos una pizza y nos la comimos mientras veíamos en la tele Harry Potter y el cáliz de fuego.
La película estaba muy bien, no sabía cuantas veces habría visto cualquier película de Harry Potter.
Me costó mucho verla entera ya que estaba muy cansada, cuando acabó me di cuenta de que Jonathan se había quedado dormido.
- Jonathan, despierta, que yo no puedo contigo- dije mientras le daba golpecitos-.
Se despertó al momento.
Me puse lo mismo de la otra vez, una camiseta y unos pantalones cómodos y nos metimos en la cama.
Me encogí y me dormí.
A la mañana siguiente me desperté desarropada y sudando.
¿Hacía calor o era yo?
Ahora que lo recuerdo, había soñado con un familiar mío, mi padre.
Jonathan seguía durmiendo, así que decidí que hoy iba a ser yo quien preparase el desayuno.
Me levanté y me sentí muy mareada.
Di un paso, pero me caí al suelo haciendo que Jonathan se despertara.
Se levantó rápidamente y vino hacía a mí.
- ¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien? – dijo ayudándome a levantarme-.
- Sí, solo me he mareado.
- Sí, te has mareado y has acabado en el suelo, siéntate en el sofá, anda.
Me ayudó a ir hasta el sofá y me senté.
Se fue a la cocina y al rato vino con el desayuno. Nos lo comimos en un silencio bastante incómodo.
- Esta noche he soñado con alguien- dije rompiendo el silencio-.
- ¿Con quién? –me preguntó-
- Con mi padre.
Me miró con los ojos como platos.
- ¿Tiene algo que ver él en todo esto?- pregunté-
- No te quiero mentir, sí.
Me quedé paralizada.
- No me vas a contar nada más ¿no?
- No.
- Vale. Creo que deberíamos volver – dije mientras iba despacio, para no volver a marearme, a la habitación para vestirme-. Creo que debería traerme aquí algo de ropa, no me gusta ponerme lo mismo dos días seguidos.
- No es mala idea – dijo él-.
Cuando él se vistió, salimos.
Salimos y la luz del sol me cegó, todo empezó a dar vueltas y caí al suelo de rodillas.
- Tú no estás bien. Nos podemos quedar aquí un rato más.
- No, quiero volver ya, por favor.
- Deja que te lleve, te vas a matar.
- En serio, estoy bien.
Pero me ignoró, me cogió y me cargó sobre su espalda hasta que nos acercamos al instituto.
- Agárrate a mi brazo, si ven que te llevo cogida vendrán corriendo a ver que te ha pasado.
Me agarré a su brazo y entramos a la casa.
En cuento llegamos me fui a cambiar y a tumbarme en la cama sin hacer nada, además me dolía la cabeza. Me puse a pensar en como era mi vida antes.
No era mejor que la de ahora, pero había cosas que echaba de menos, esas tardes en mi habitación con la música que me gustaba, buscar fotos de mis ídolo, meterme en las redes sociales, leer, ya que aquí no leía lo que me gustaba y muchas cosas más que aquí no tenía.
Lo único que no echaba de menos era la soledad.
Cuando menos me lo esperaba Cloe entró en la habitación.
- Hombre desaparecida ¿dónde te metes?
- Hola –dije-.
- ¿Dónde has pasado la noche? No te inventes una excusa tan mala como la de la otra vez.
- He estado con Jonathan.
- Lo sabía.
- ¿Tan mala fue la excusa?
- Sí, la biblioteca cierra por la noche, poca gente va allí por la noche a estudiar.
- Ah.
De repente pegó un grito que salté del susto.
- ¡Cuéntamelo todo ya! ¿Pasó algo?
- No, no ha pasado nada.
- No me lo creo.
- ¡Es verdad!
Me miró y parecía seguir sin creerme.
- Pues no me creas. Por cierto, ¿qué haces que no estás en clase? Yo tengo excusa, me duele la cabeza y estoy mareada. No me encuentro muy bien, pero tú que yo sepa estás bien.
- Pues no me apetecía ir. ¿Y los mareos por qué?
- No lo sé.

Hola amigos, aquí otro capítulo de "La Maldición".
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