13 de julio de 2012

La maldición. Capítulo 13.

Capítulo 13. Sueños.


Estaba como en un desierto. Había mucha gente peleándose. Gente sobre escobas, diciendo hechizos en voz alta, con varitas, capas...
Todo era muy fantástico. Me intenté levantar, pero me dolía todo el cuerpo.
Yo también tenía una varita en mi mano.
- Celia, hay que refugiarse. Vamos.
Era Jonathan, que también iba con una varita. Fuimos corriendo hasta llegar a una cueva.
- Al llegar al final de la cueva podremos acceder a los túneles subterráneos y poder escapar. Tenemos que correr un poco más.
- No puedo correr más, estoy demasiado cansada y me duele el tobillo.
Jonathan me cogió sobre su espalda y echó a correr hacia el fondo de la cueva donde se veía una pequeña luz.
De repente abrí los ojos. Brian me estaba mirando fijamente y ya no tenía ninguna goma alrededor de mi brazo.
Gonzalo estaba sentado en una silla a mi lado.
- Ya ha vuelto.
- ¿Qué ha pasado?- pregunté.
Todo había sido un sueño, la lucha, la cueva. Todo. Pero parecía tan real...
- Te has mareado y has estado inconsciente cerca de dos horas.
- ¿Tanto? -dije mientras me tocaba la cabeza. Me dolía mucho.
- Sí, empezaba a preocuparme. Unos minutos más y podías haber estaco en grave peligro-dijo Brian-.
- No deberías ir mañana a clase. Para recuperarte.
- Vale.
Me acompañaron hasta mi habitación.
 Era ya de noche, me puse el pijama y me metí a la cama. Me dormí en seguida. Volví a soñar con lo mismo, y no solo esa noche si no las siguientes. No se lo dije a nadie, además si se repetía será porque tendría algún significado.
Desde el día que me había pasado el primer sueño toda la gente me decía que me veía diferente.
Fui al baño y me miré en el espejo. intenté sacarme algún cambio.
A lo mejor me había crecido un poco el pelo, pero me acerqué más al espejo y vi que me habían cambiado el color de los ojos, se habían vuelto más oscuros.
De repente alguien entró en el baño.
- Perdón, pensé que no había nadie-dijo Joel-.
- No te preocupes, ya me iba.
- Por cierto, Cloe te está buscando. Está en la habitación.
- Gracias.
- Adiós.
Me dirigí a la habitación. Entré, pero aparentemente no había nadie allí.
- ¿Cloe? ¿Hay alguien?
Alguien me tapó los ojos por detrás y grité.
-Hola.
- ¡Ángel! Joder, me has asustado. Vas a tener que explicarme muchas cosas. ¿Siguen sin dejarte acercarte a mi?
- Sí, pero si por mi fuera, no me separaría de ti jamás.
- Entonces si no te dejan acercarte a mi no se que haces aquí-dije mientras se acercaba a mi-, además las cosas han cambiado.
- Me gusta saltarme las normas. Le he pedido a Cloe que los entretenga para verte.
- Ah, ¿y qué querías?
- Esto.
Se fue acercando a mí y me besó. Continué saboreando sus labios hasta que llamaron a la puerta. Nos separamos y entró Cloe.
- Tu tiempo ha acabado, no he podido hacer nada más.
- Gracias Cloe. Adiós Celia, volveré alguna vez a verte.
- Bueno y ¿qué ha pasado? -preguntó Cloe alzando las cejas.
- Nada cotilla- dije sonriendo para mis adentros.
- Pues no me lo cuentes, me voy con Lucas.
- ¿Con Lucas? ¿Me he perdido algo?
- Estás tanto tiempo con Jonathan que no te enteras, llevo con él una semana.
Sonreí.
- Me alegro por vosotros y tampoco paso tanto tiempo con él.
- Gracias. Claro que no-dijo riéndose-. Adiós.
Como no tenía nada que hacer me bajé a la biblioteca.
Cogí los libros de la otra vez para continuar donde lo dejé, pero no encontraba el que más me interesaba.
-¿Buscas algo?
- Si, ah, ya no, lo tienes en la mano.
- Toma ya no lo necesito. Gracias Joel.
- Oye ¿Qué te parece si te invito a algo?
- Vale-sonreí-.
Dejé los libros en su sitio, ya volvería otro día.

 Espero que os guste, que comentéis porque eso me anima y que a ver si pongo el blog al día. Estoy en ello, que conste.

1 comentario:

  1. ¡Me encanta!
    dgjbdkgkdfhlbf ¡SE HA BESADO CON ÁNGEL! fjgkfhfjfg
    Este capítulo es perfecto sencillamente, y me tienes más intrigada que nunca con el sueño ese a lo Harry Potter en un partido de Quiddich.
    ¡ESCRIBE PRONTO! (Que últimamente estás escribiendo mucho y eso me gusta)

    ResponderEliminar

Gracias por comentar. El blog se alimenta de tus comentarios.