20 de septiembre de 2011

Capítulo 10 - La Maldición

Capítulo 10 - el refugio

A los pocos minutos volví a salir.
Fui donde estaba la gente.
Vi a Cloe, Joel, Ashley y los demás pero me disponía a ir con ellos cuando escuché que alguien me llamaba a mis espaldas.
Me giré y enseguida reconocí esos ojos verde claro que tanto me habían llamado la atención cuando le conocí.
Estaba empezando a coger más confianza con él, me parecía, la verdad, un chico muy majo y atractivo.
- Hola - dije acercándome a él.
- Hola - dijo dándome un beso en la mejilla.
- Estás muy feliz tu ¿no?
- Sí, y tú pareces cansada-dijo-.
- Sí, me he pasado la tarde en la biblioteca.
- Entonces no me extraña que estés así.
Nos reímos los dos.
- Ven, quiero enseñarte algo-dijo mientras me cogía de la mano-.
Los dos nos alejamos de la casa y nos adentramos en el oscuro bosque.
Jonathan me guiaba, llevaba una linterna que no era de mucha utilidad. Me indicaba donde tenía que tener más cuidado al pisar.
- Ya estamos llegando.
Andamos un poco más y llegamos.
- Es aquí-dijo mientras abría la puerta de una pequeña cabaña-. Aquí vengo cuando quiero estar solo, eres la primera persona después de mí que pisa este suelo.
- Es alucinante, ¿cómo has conseguido todo esto?
Era como una casa, tenía una cama de matrimonio, un sofá, una televisión pequeña de plasma. Una pequeña cocina y un baño.
- Pues algunas cosas estaban aquí, otras son de una casa abandonada cercana y otras las compré y desde que encontré esta casa, cuando puedo me escapo un rato. Lo llamo “El refugio”. Unos amigos me ayudaron con el tema de la luz, el agua y todas esas historias.
- Pues tu y tus amigos habéis hecho un buen trabajo.
- Gracias.
- ¿Y lo sabe Gonzalo?
- No-dijo mientras se dirigía a la nevera-. ¿Quieres una coca-cola?
- Vale, gracias.
- Hoy pasaremos la noche aquí, duerme tu en la cama y yo dormiré en el sofá.
- No te voy a permitir que duermas en el sofá, dormiré yo.
- Eso si que no.
- Pues entonces los dos en la cama, es bastante grande ¿no?
- Como quieras-dijo sonriendo-. Hay fiambre en la nevera por si tienes hambre y tengo varios DVD por si quieres ver una peli después, aunque si tienes sueño, pues a dormir.
- No, me parece buen plan, unos sándwiches y una peli. Podré aguantar.
Sonreímos los dos.
Jonathan me dejó elegir a mi la película mientras el hacía dos sándwiches.
Escogí la tercera de “Piratas del Caribe”. Orlando Bloom y Jhonny Depp me gustaban mucho y no me cansaba de verles.
Vino con la cena y pusimos la película.
Jonathan se sentó cenamos y a la mitad de la película apoyé mi cabeza sobre su hombro hasta que…
Noté que me cogió entre sus brazos y me desperté.
- Toma dormilona, estarás mejor con esto que con esa ropa, además hace frío.
- Gracias.
Me cambié enseguida y me metí en la cama.
- Buenas noches.
- Buenas noches-contestó mientras apagaba la luz-.