16 de julio de 2010

CAPITULO 3 - Un largo viaje.

Cuando me di cuenta ya se veía el aeropuerto de Barajas.
En cuanto el coche paró bajamos a toda prisa, no teníamos mucho tiempo. Facturamos las maletas y fuimos casi corriendo a la puerta de embarque, pero antes a coger los asientos del avión.
- Papá, Laura y yo vamos al baño, no tardamos.- dije nerviosa, era la primera vez que viajaba en avión.
- Vale, yo mientras preparo los pasaportes.
Laura era mi hermana pequeña, un estorbo, no quería hacer nada conmigo ni yo con ella, así que no se como fuimos juntas al baño.
Cuando volvimos tardamos un rato en encontrarles puesto que había mucha cola para entrar al avión.
Cuando ya estábamos dentro del avión me di cuenta de que estaban mis padres y mi hermana juntos y yo sola en la fila de detrás, Laura me la había jugado, ya que la maquina, dejó mi padre que la controlara.
- Laura, ¿eres tonta o te lo haces?- la dije enfadada.
- ¡Basta! Seguro que ha sido una equivocación.- la defendió mi padre.
Yo sabía que no fue una equivocación, pero mi padre nunca me daba la razón, pero lo bueno es que mi madre sí.
Tomé mi asiento y me conecté el i-pod para escuchar música, ya que iba sola y no podía hablar con nadie, o eso creía yo.
Estaba mirando la ventana y escuchando mi música cuando noté movimientos cerca de mí. A mi lado se sentó una chica y el de al lado el que parecía su hermano.
- Hola- dijo tímidamente.
- Hola, ¿cómo te llamas?- dije un poco cortada.
Era raro en mí que me lanzara tanto.
- Giselle ¿y tú?
- Silvia. ¿También vas a Los Angeles?- se lo pregunté debido a que después lo llenarían de gasolina y se iría hacia México.
- Sí, voy con mis abuelos 2 semanas.
- Yo me mudo.- dije triste.
- Debe de ser duro.
- Sí, bastante.
Cuando me dí cuenta estábamos sobrevolando Madrid, destino Los Angeles.



Ahí surgió una amistad. Estuvimos hablando las 15 horas de viaje, excepto las 3 horas que estuve durmiendo.
Estábamos llegando ya y miré por la ventana, era una ciudad preciosa.



Cuando aterrizamos nos intercambiamos los e-mails y los móviles.
Mientras estábamos a la espera de las maletas vi a un grupo de chicos y chicas que deberían de venir de algún viaje del instituto. Aquí en Los Angeles estaban de vacaciones. El 2º trimestre comienza dentro de 2 semanas.
Entre ese grupo vi a un chico, lo que más resaltaba en él era su piel morena y sus ojos azules. Me quedé mirándole y él me devolvió la mirada y me sonrojé. Me pregunté si le volvería a ver.
Ya de camino a mi nueva casa volví a recordar el momento en el que Pablo me besó. En ese momento agarré el colgante lo más fuerte que pude.
El taxi paró justo enfrente de nuestra nueva casa, una casa muy grande a tan solo 3 minutos de la playa, aunque las mejores playas estaban a 30 minutos, cerca de Hollywood.



Descargamos el coche y justo en la entrada tiré las maletas al suelo, me puse a llorar y me fui corriendo hacia la playa.

1 comentario:

  1. jopeee pobrecitaa, aunq yo m iria encantada a los Angeles jejeje, aunq claro con mis padres incluidos sn nada, jeje, espero q pronto conozca gente nueva y se olvide de todo xDD

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