30 de diciembre de 2010

Concurso 30.000 visitas

Aqui os dejo un concurso que hace Maria por sus 30.000 visitas!
Espero que participeis
http://marru86.blogspot.com/2010/12/hola-tods-como-lo-prometido-es-deuda.html

29 de diciembre de 2010

Reseña: La última canción


Título: La última canción
Autor: Nicholas Sparks
Año: 2010
Editorial: Roca
Nº páginas: 446
ISBN: 978-84-9918-051-9

Sinopsis: Cuando su madre la obliga a pasar las vacaciones con su padre en un pueblo de Carolina del Norte, Ronnie Miller una adolescente de 17 años, no puede imaginarse una tortura peor. Hace tres años que sus padres se separaron, pero ella nunca lo superó.
Su padre, concertista y profesor de piano, vive alejado de todo en una casita cerca de la playa, donde Ronnie y su hermano pequeño irán a pasar las vacaciones. En este entorno idílico, Ronnie descubrirá la importancia de los diferentes tipos de amor que pueden poblar la vida de una persona: el que existe entre padres e hijos, el amor por la música y el más importante para ella, el primer amor por un chico.
En esta novela, que se basa en el guion que el propio Nicholas Sparks ha escrito para la película del mismo nombre –protagonizada por Miley Cyrus–, el autor nos conduce una vez más a través de todas esas relaciones que pueden rompernos el corazón y también por aquellas que conseguirán sanarlo.

Opinión personal: Es una libro magnífico, muestra como una persona cambia cuando aprende lo que esta mal y se da cuenta de lo que hay a su alrededor y aunque el final es muy triste, os lo recomiendo.
Cuando Ronnie llega a la casa de su padre y pasa completamente de él (que a mi me da mucha pena) no sabe lo que se ha perdido todos estos años.
Pero cuando conoce a Will todo cambia, empiezan una relación y empieza a apreciar a su madre y se da cuenta de que ha sido engañada muchos años por su madre.
A mi me ha enseñado a valorar las cosas, y tambien que nadie valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.


Mi valoración: 4/5

26 de diciembre de 2010

CAPITULO 27 - La isla

Hoy era un día especial para Joe y para mí. Hacíamos un mese juntos y me dijo que me iba a preparar algo, pero no se el qué.
Yo le había comprado una camisa de Pau Gasol los Lakers, ya que era un admirador suyo.
Me desayuné mi croissant con mi vaso de leche como todos los días, cogí su camiseta y me fui al parque donde quedaba siempre con Joe.
Llegué y para mi sorpresa, no estaba. Él era siempre el primero, ¿dónde se habría metido?
Estaba ya impaciente cuando alguien me tapó los ojos y la boca por detrás.
No podía gritar ni ver nada. Me susurró al oído con voz muy seria:
- Si te quitó la mano, no vas a gritar ¿a que no?
Moví la cabeza hacia los dos lados y me quitó la mano de la boca y me besó.
Cuando el beso acabó me di cuenta de que era Joe.
- Casi me matas del susto.
- Lo siento princesa.-me encantaba que me llamase princesa, yo a él le llamaba mi príncipe y en conjunto nos llamábamos los príncipes de California.
- Te perdono.
- Toma, y esta tarde te daré otra sorpresa.-dijo entregándome una pulsera en la que ponía:
“Joe y Silvia. Por siempre jamás”
- Que bonita. ¡Me encanta!-dije lanzándome a sus brazos y después me puse la pulsera.
- Toma, esto es para ti- dije entregándole la bolsa.
- No hacía falta que me regalases nada.
- Claro que hacía falta.
Lo abrió y en cuanto lo vió se le iluminó la cara.
- ¿Cómo la has conseguido? Llevo buscándola un montón de tiempo.
- Una que tiene contactos.
- Jaja, gracias.
- Anda venga, que ya llegamos tarde.
- Vale.
Nos cogimos de la mano y nos fuimos al instituto.


Las clases se me pasaron muy rápidas.
- Silvia, a las 17:00 paso a buscarte, diles a tus padres que duermes con Jessica o con alguien. ¿Vale? Llévate bikini.
- Vale. Adiós.
¿Para que quería que me llevase bikini? ¿Dónde me llevaría? ¿Por qué tenía que mentir a mis padres de donde iba a pasar la noche? Muchas preguntas y ninguna respuesta, pero todo se vería por la tarde.
Comí con tranquilidad y cuando hice la digestión, no quería ponerme mala otra vez, me hice unos largos en la piscina.
Después me di una refrescante ducha y me vestí.
Me puse mis pantalones cortos y una camiseta de Piolín de tirantes y seguidamente preparé una pequeña mochila de lunares de colores con la cámara de fotos, una toalla y poco más.
También metí un par de bocadillos, aunque no creo que nos los comiéramos.
Me despedí de mis padres y me salí. Él estaba ahí esperándome, me resultaba tan mono.
Nos saludamos con un beso y nos fuimos camino a algún lugar.
- ¿Dónde vamos?
- Es una sorpresa.
Andamos un poco más y paramos. Me tapó los ojos y me fue guiando.
- ¿Dónde vamos? Huele como a sal.
- Ahora con cuidado.
Y me ayudó a subir a un lugar que se movía mucho.
- ¡Es un barco!
- Si, te dejo que veas donde estamos pero ahora te taparé otra vez los ojos.
Era un puerto precioso.


Me volvió a tapar los ojos y empezamos a movernos.
Estuvimos unos 10 minutos navegando por el mar hasta que paramos.
Me ayudó a bajar del barco y me quedé sorprendida de dónde estábamos.
- ¡Es la isla que se ve desde mi habitación!
- Si.


Llegamos y había un mantel con comida.
- ¡Qué bonito Joe!
Pero miré hacia atrás y Joe no estaba, pero alguien me cogió por atrás y me arrastró al agua.
- Tonto, ahora tengo la ropa empa…- pero me calló con un beso muy salado.
Cuando salimos me tapó con la toalla, ya que la brisa marina era algo fría.
Comimos lo que trajo y encendió una pequeña hoguera.
- ¿Vamos a pasar aquí la noche?
- Si ¿Qué esperabas?
- No me lo imaginaba. Comparado con lo que yo te he regalado, mi regalo es una misero grano de arena- dije mientras cogía una pequeño puñado de arena.
Era tarde y saco unas colchonetas para dormir.
- Venga, es tarde.-dijo Joe
Me tumbé y le abracé.
- Gracias por todo.- dije besándole.
A partir de ese beso empezamos a ir a más.
Empezaron las caricias y alguna prenda tirada por ahí en la arena, hasta que pasó.

25 de diciembre de 2010

Lil, mi amiga invisible! :)




Bueno Lil, pues que espero que te guste mi regalo, no es gran cosa, pero bueno.
Creo que tu y yo podemos llegar a ser muy buenas amigas y compartir gustos.
Y que te deseo una muy feliz navidad y año 2011, y que te traigan muchos regalos.

24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad!

Os deseo una FELIZ NAVIDAD. Que disfruteis en estas fiestas, que os traigan
muchas cosas Papá Noel y que
nunca dejéis de Soñar.

20 de diciembre de 2010

CAPITULO 26 - Unos dias en casa de Joe

Al día siguiente fui al aeropuerto a despedirme de mis padres y cuando el avión despegó nos fuimos a casa. Hoy era fiesta y no había instituto.
La mañana la pasamos haciendo los deberes que nos habían mandado y jugando a Mario Party 8 en la wii, Joe estaba muy picado porque siempre ganaba yo.
Cuando acabamos de jugar, empezamos a poner la mesa. Y cuando llegó su padre de sacar al perro, empezamos a comer.
- No me habías dicho que tenías un perro.
- Lo tengo desde hace poco.-me contestó Joe.
- Bueno, osea que no sabes que se traen tus padres entre manos ¿no es así?- me preguntó la madre de Joe.
- No tengo ni idea, pero para que me dejen aquí sola y ellos se vayan a España, algo pasa.
- No creo que sea nada importante.- dijo Joe mientras se metía un trozo de filete en la boca.
- ¿Es que tu sabes algo?
- Si lo supiera te lo habría dicho.-mintió.
- A bueno.
Cuando acabamos nos fuimos a la piscina y me tiré en bomba y a los 5 minutos me tuve que salir por el fuerte dolor de tripa que me entró.
Me entraron ganas de vomitar y fui al baño.
- Si es que cuando aprenderéis.-me dijo su madre.
- Ya lo sé para la próxima vez.- dije yéndome a mi habitación.
Me puse una camiseta de manga corta y unos pantalones cortos y me tumbé en la cama mientras me ponía una película, Eclipse, que había salido hace nada en el videoclub y me dejaron comprarla.
Llevaba media hora cuando alguien abrió la puerta.
- ¿Estas mejor?-dijo abrazándome
- Si, pero ahora estoy empapada, anda sécate.
- No.-dijo en plan broma.
- Por favor y encima no me dejas ver la película.
- Vale, pero porque estás mala ee.
- Gracias.-dije dándole un beso.
Se fue y al cambio de un rato volvió, ya con la ropa puesta, y se tumbó a mi lado a ver la película.
- Yo ya la vi en el cine.
- Y yo, pero me gusta tanto…
- ¿Mas que yo?- dijo poniendo pucheros.
- Mas que tú- le contesté riéndome.
Hizo el amago de levantarse enfadado, le cogí por detrás y le besé.
Nos empezamos a besar apasionadamente, nos tumbamos en la cama sin dejar de besarnos. Nuestras lenguas jugueteaban. Al cabo de un minuto Joe me empezó a quitar la camiseta y él se quitó la suya, sin dejar de besarnos.
Así pasamos los diez minutos siguientes cuando alguien abrió la puerta, y paramos de repente y yo me tapé con la sábana.
- Joder, Héctor, eres más oportuno…, que ya es la segunda vez.
- Lo siento, la próxima vez llamo, pensaba que estaría sola.
- ¿Y que querías?- dije todavía roja de la vergüenza.
- Tu madre está al teléfono.
- A vale, gracias.- dije cogiendo el teléfono que había en la mesilla.
- Lo siento.-dijo cerrando la puerta.
- ¿Sí mamá?
- Hola, ¿Qué tal todo?
- Muy bien.
- Bueno, que no te dijimos mucho, no estaremos mucho por aquí, y te mandan muchos recuerdos y besos Elisabeth, Jorge, Tatiana, Samuel, Vanesa, y los abuelos.
- Diles que yo también les hecho mucho de menos.
- Se lo diré. Bueno que tengo mucho trabajo por hacer. Adiós te quiero.
- ¿Mucho trabajo?- pero ya había cortado
Me quedé muy extrañada por lo último que dijo, pero no podía hacer nada, pensé que tarde o temprano me acabaría enterando.
La semana se me pasó muy rápido hasta el día que mis padres estaban de vuelta y ya casi era navidad, quedaba tan solo una semana.

7 de diciembre de 2010

CAPITULO 25 - El picnic

Al día siguiente me desperté con una sonrisa en la boca, había estado esperando tanto tiempo a aquel beso…
Quedamos en no mostrarnos mucho cariño en el instituto para que no se dieran cuenta y decírselo directamente en el picnic.
Quedé como todos los días con Joe. Me estaba esperando apoyado en la valla del jardín. Fui por detrás y le tapé los ojos.
- Hola.-dijo quitándome las manos y después me dio un beso.
- Recuerda lo que hablamos ayer, nada de cariños en el instituto hoy, luego por la tarde todos los que quieras.
- Va a ser muy duro.
- Que tonto eres.
Esta pequeña prueba se nos hizo muy difícil para los dos, pero la superamos.
Avisamos a todos de que íbamos a hacer un picnic, estaban todos invitados, incluido Héctor, el hermano de Joe.
Estaba nerviosa y no sabía que ponerme, al final me decanté por el vestido que me compré cuando fui con Susan al centro comercial. Me puse el vestido y las sandalias a juego. Me dejé el pelo suelto y me puse una diadema negra, me pinté la raya un poco de sombra y lista. Cogí mi bolso y me fui al lugar donde habíamos quedado.
Joe y yo planeamos en que cuando estuvieran todos apareciese yo y le plantase un beso, y así fue.
Llegué algo más pronto que algunos, solo tuve que esperar a que llegara Sergio y en cuanto llegó a los pocos minutos salí yo.
- Hola.-dije tímidamente.
- Hola, estas guapísima.-me dijo Allison.- Te dije que lo arreglaríais.
- Gracias.
Saludé a todos con dos besos y cuando llegué a Joe le besé, fue un beso muy apasionado, todos se quedaron boquiabiertos.
- ¿Entendéis ahora el motivo de este picnic?-pregunté
- Sí-dijo Allison sonriéndome.
- Me alegro por vosotros.-dijo Jessica.
- Y nosotros-dijo Sergio y Héctor, pero Sergio muy apenado.
Me acerqué a él.
- Sabes que pasaría.-dije mientras le abrazaba.
- Ya…
Estuvimos todos pasando una tarde soleada y muy divertida.
Comimos unos sándwiches, patatas fritas, todo tipo de chucherías y así toda la tarde.
- Ven. Te quiero enseñar algo.-me dijo Joe cogiéndome de la mano. Me puso una cinta en los ojos y me fue guiando.



Esto me recordó a mi último día en España, pero esto era mucho mejor.
- Ya está, aquí he venido muchas veces y es donde me desahogo.- dijo mientras me quitaba la venda.



- Es un sitio precioso.
- Lo encontré de pequeño, ya lo considero mío.
- Voto porque ahora sea de los dos.
- Ni lo sueñes.
Nos sentamos en el banco y nos empezamos a besar apasionadamente. Nuestras lenguas empezaron a moverse acompasadamente cuando alguien nos interrumpió.
- Ejem.
Los dos nos dimos la vuelta, era Héctor.
- ¿Qué quieres?
- Casi todos se han ido, y Sergio no tardará mucho.
- Vale. Vámonos.
Mientras nos íbamos me llamaron al móvil.
- ¿Dígame?
- Hija, ya que estás ahí con todos tus amigos que si te puedes quedar con alguno un tiempo, sería una semana mas o menos, tenemos que volar a España para ver una cosa.
- ¿Por qué no puedo ir con vosotros?
- Porque no hace falta que vengas.
- Se lo diré a Joe.
- Vale.-y colgó.
- Mis padres se van a España y me dejan aquí. Me tengo que quedar con alguien alrededor de una semana y he pensado en ti.-dije mirando a Joe.
- Creo que me dejarán que te quedes.
- Gracias.
Fui a casa, metí algo de ropa en una mochila y me fui a casa de Joe.

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Llegué a casa, avisé a mi madre de lo de Silvia y cuando le estaba preparando la habitación me sonó el móvil.
- ¿Diga?
- Joe, soy la madre de Silvia, te quería contar el motivo de por qué vamos a España y es que vamos a comprar algún que otro regalo de navidad y aunque sea muy pronto, planificar el cumpleaños de Silvia, que no se si sabrás que es 16 de febrero.
- Vale.
- No la digas nada por favor.
- Vale, puede confiar en mí.
- Gracias, adiós.
- Hasta luego.

6 de diciembre de 2010

CAPITULO 24 - Tarde de cine.

Al día siguiente seguía con la intriga de el por qué Joe me dijera que fuera paciente.
Hoy el día me fue algo mejor, pero Joe seguía sin hacerme caso y ya no podía ser más paciente.
Como cada día me puse a hacer mis deberes, abrí mi libro y para mi sorpresa había dentro una nota.



Miré el reloj y eran las 5.
Cogí corriendo el móvil y llamé a Allison para pedirle consejo de qué hacer.
- ¿Si?-contestó Allison.
- Soy Silvia.-dije muy alterada.
- ¿Qué te pasa?
- Joe me ha puesto una nota entre los libros.
- ¿Qué pone?
- Que quiere quedar para hablar hoy a las 6 en el parque del instituto.
- Voy para tu casa a darte consejos.
- Vale.
A los 15 minutos Allison llegó.
- He llegado lo antes posible. Enséñame tu armario. ¿Tienes idea de que te lleve a algún sitio aparte?
- No que yo sepa.
- Entonces un look casual.
Abrí el armario y fue probándome ropa.
- Yo te dejaría estos pitillos azules eléctrico y esa camisa de manga corta blanca y para los pies… estas romanas blancas. ¿Te gusta a ti?
- Sí.
- Ahora al baño. Vamos no te queda mucho tiempo.
Entramos al baño y empezó a maquillarme, la raya del ojo, un poco de sombra blanca, una base muy natural y brillo de labios y en el pelo una diadema blanca.
- Estás preciosa.-dijo mientras me miraba al espejo.- Estoy segura de que lo vais a arreglar.
- Eso espero. Gracias por todo lo que estás haciendo por mí.- Dije mientras la abrazaba.
Fuimos juntas hasta el parque, pero yo me quedé y ella se fue.
- Suerte. Luego te preguntaré.
No estuve esperando mucho hasta que llegó él.
- Hola.
- Hola.-contesté.
- Estas muy guapa.
- Gracias.
- Eee-dijo vacilando- ¿Te gustaría ir al cine conmigo?
- Vale.-dije nerviosa.
- Oye lo siento, no me debería de haber comportado así.
- Ahora me dirás que no eras tú si no los celos que podían contigo, ¿por qué será que se me ya todo eso?
- Has acertado.-dijo decepcionado.- Entonces… ¿Pablo y tú no estáis…
- No, ¿te tengo que contar toda la historia otra vez?-dije cortándole.
- Vale. ¿Qué película te gustaría ver?
- La de Harry Potter.
- Vale. Invito yo. Dos para la de Harry Potter por favor.
Entramos al cine y nos pusimos a ver la película sin hablar.
- La peli ha estado genial.-le dije a Joe.
- ¿E? A, si, ha estado muy bien.
- ¿Cómo acaba la película?
- ¿Te digo la verdad? No la he visto porque estaba todo el rato pendiente de ti.
Entonces ocurrió. Ese momento que tanto había deseado. Nuestro primer beso.



- Me gustaría que saliese conmigo.- me pidió Joe.
Entonces le volví a besar y después le abracé.
- Claro que si. Se me a ocurrido una idea para anunciarlo.
- ¿El qué?
- Mañana haremos un picnic. ¿Qué te parece?
- Estupendo.-dijo mientras me besaba de nuevo.

5 de diciembre de 2010

CAPITULO 23 - ¿Vuelta a la normalidad?

El día transcurrió tranquilo.
Un poco de limpieza, la respuesta a unos mensajes, revisar los comentarios de las redes sociales y no mucho más.
Comimos tranquilamente y después me preparé para ir con Allison a su gran sorpresa que me tenía preparada.
Me puse unos piratas, me hice dos coletas, preparé mi bolso y me fui a la cafetería.



Allison me estaba esperando en la puerta.
- Llegas justo a tiempo. Pasa y coge mesa por favor.
- De acuerdo.
Cogí una mesa y me senté a esperar sin entender que pretendía Allison.
A los 5 minutos vi llegar a Allison con todos los demás, en cuento me vieron a mí todos se intentaron dar la vuelta pero Allison se lo impidió y todos se sentaron a regañadientes.
- Hola.-dije por respeto.
Nadie me contestó.
- A ver, hasta que no lo arregléis nadie va a salir de aquí, solo os digo que Silvia no tiene la culpa de nada, los que lo habéis empeorado sois vosotros.
- ¿Entonces quien la tiene?-preguntó Sergio enfadado
- ¿Me dejáis que me explique?-pregunté.
- Vale.
- La noche de vuestro cumpleaños salí al jardín con Naryssa y cuando volvimos a entrar dejé el bolso fuera y debió ser que Tiffany nos estaba espiando que me cotilleo el móvil y llamó a Pablo, y ahora él tampoco me escucha ahora, y te dijo a ti, Joe, que estaba con él y tu la creíste y te liaste con ella y le dijo a Sergio que yo me había liado con Joe y a ti te molestó y no se por qué porque ya lo aclaramos hace mucho tiempo. Y ahora si me queréis creer o no es cosa vuestra, yo sé que no tengo la culpa.
- Yo te creo.-dijo Sergio-No sé porque me puse así.
Al final todos acabaron creyéndome, todos menos uno, Joe. Eso me entristeció mucho.
Al final, todos lo pasamos bastante bien excepto por Joe. También llamé a Pablo y se lo conté todo. Le dije que no tenía nada con nadie y me creyó y volvimos a estar bien también.
- Sergio-dije.
- Dime, ¿sabes que le pasa a Joe? Ni me cree, ni me habla ni nada y sabes que me duele un montón.
- No lo sé. Lleva raro desde que pasó todo pero no solo contigo.
- Intenta hablar con él o algo.
- Lo haré.
Sergio se quedó atrás para hablar con Joe y yo mientras iba muy despistada, tanto que me tropecé y casi caigo de bruces contra el suelo.
Sergio me alcanzó de nuevo.
- No ha habido suerte. Me ha dicho que tengas paciencia.
- De verdad que no lo entiendo y todo está me va a acabar matando.
Pasamos una tarde juntos y cada uno nos fuimos a nuestra casa.
Nada mas llegar mi madre me llamó desde de la cocina.
- ¿Qué tal?
- Bastante bien, ya está todo arreglado, el único que sigue enfadado y no se por qué es Joe.
- Lo acabaréis arreglando, me gusta bastante ese chico. Vete a la mesa que ya está lista.
- Tengo el estómago cerrado, me voy a dormir.
- Vale.-dijo mientra me daba un beso en la frente.
Me subí a mi habitación, me puse el pijama y me puse a leer hasta que me dormí con el libro en la mano.

CAPITULO 22 - Separados

Pasaban los días y ninguno nos hablábamos, excepto Allison que conocía la verdad.
Para colmo hoy se iba Tatiana y mi primo Samuel de vuelta a España y por eso esta noche vamos a hacer una cena en mi casa a la que están invitados mis vecinos.
Y hoy, como cada mañana me despertaba sin ninguna gana de vivir en estos días tan difíciles.
Desde que nos peleamos todos los días son iguales.
Cuando bajaba a desayunar mi madre siempre me preguntaba qué que me pasaba y yo no lo decía nada, pero hoy se lo iba a contar.
- Osea que te has peleado con ellos y por eso estás así desde hace más de una semana.
- Sí.-dije tristemente.- Con la única que me hablo es con Allison que es la única que sabe la verdad y la única que me escucha en estos momentos.
Mi primo lo sabía desde que pasó y el me apoyaba en todo.
Salí de casa sola y me encontré de frente con Joe.
- Joe… Escúchame por favor.
Pero no me hizo caso y aceleró el paso.
El día paso como otro cualquiera y por la tarde mientras hacía mis deberes sonó mi móvil.
- ¿Diga?
- Silvia, tengo un plan que no puede fallar para que lo arregléis, tu solo ve mañana a la cafetería que está al lado de mi casa.
- Allí estaré, pero… ¿estás segura?
- Más que segura, estate allí a las 16:00, no llegues tarde o lo estropearás todo.
- De acuerdo.
Después de hacer los deberes me puse a ayudar a mi madre con la cena.
- Mamá, ¿crees que todo esto se arreglará?
- Si todos hacéis lo correcto, es decir si os escucháis y lo habláis todo con calma, podéis solucionarlo todo.
- Eso espero.
- Anda, pon la mesa y ves a buscar a Susan.
- Vale.
Puse la mesa, me arreglé un poco y fui a buscar a Susan.
Mientras iba a buscarles no paraba de preguntarme que era lo que estaba pensando Allison, no me cuadraba nada, ya que es muy difícil arreglarlo y sobre todo no poder llegar ni un segundo más tarde de la hora que me dijo.
Dingo, dong.
- Hola Silvia.
- Hola, enseguida salimos, pasa. Susan está arriba.
- Vale.
Subí las escaleras hasta llegar a la habitación de Susan.
- Hola.-dije mientras habría la puerta.
- Hola. ¿Qué tal? Me lo han contado así un poco por encima.
- Lo llevo bastante bien.
- Así me gusta.
Estuvimos hablando hasta que se acabaron de preparar y nos fuimos de nuevo camino a mi casa.
- Hola vecinos-dijo alegremente Peter a mis padres.
Según llegaron Patty se fue jugar con Laura mientras mi padre terminaba la cena, una exquisita barbacoa.
- Bueno, hacía mucho que no nos veíamos.-dijo Nicole- ¿Os va todo bien no?
- Sí, todo bien.-le contestó mi madre.
- La cena ya está lista.-dijo mi padre mientras dejaba la bandeja encima de la mesa.
Fue una cena bastante tranquila y llegó la hora de irse a dormir para la mañana siguiente llevar a mi primo y a Tatiana al aeropuerto.
Otra vez esas horrorosas despedidas y lo peor, a la persona que mas me apoya en el mundo.
Al día siguiente estábamos todos a las 7 levantados, Samuel y Tatiana miraron para ver si se dejaban algo y en cuanto acabaron nos fuimos al aeropuerto.
Facturamos sus maletas y esperamos a la llamada para que subieran.
- Samuel.-dije mientras se me escapaban algunas lágrimas y él me abrazaba.
Nos despedimos todos y a las 9:13 llegó la hora y el avión alzó el vuelo de vuelta a España y nosotros nos volvimos a nuestra casa.

1 de diciembre de 2010

Como contactar conmigo

Podéis encontrarme en:






Si tenéis algún problema con algún link, comunicádmelo.

Una nueva vida


Aquí os dejo la portada de mi primera historia. ¡Espero que os guste!
Sinopsis: Silvia es una chica de 15 años que vive en Madrid, donde tiene amigos y amigas y sobre todo tiene al chico que la vuelve loca desde muy pequeña. Pero un dia por motivos de trabajo de su padre se muda a vivir a Los Angeles dejando atrás todo lo que quiere. Alli conoce a un chico y vive pequeñas anécdotas que no olvidará jamás.

14 de noviembre de 2010

CAPITULO 21 - Cumpleaños

Pasaron las dos semanas más aburridas de mi vida. Hoy por la tarde era el cumpleaños de Joe y Sergio, el de Sergio fue hace unos días y el de Joe es hoy. No había podido ir a comprar nada y como no me iban a dejar salir el regalo tendría que esperar.
Nada mas levantarme me vestí con un pantalón pitillo rosa y una camisa de manga corta blanca, me pinté un poco los ojos y bajé a desayunar.
Cuando acabé subí a mi habitación a por la mochila del instituto y cuando bajé estaba mi madre con la puerta abierta. Salí delante de ella, pero para mi sorpresa ella se quedo parada.
- Te levanto el castigo por esta vez, te he dejado dinero en la mochila para que después vayas a comprarle un regalo a tus amigos
- ¡Gracias!-dije mientras la daba un abrazo.
- Corre anda, que te estarán esperando.
Fui hacia el instituto lo más rápido que pude.
- Hola chicos.- dije lo más alegre que pude.- Felicidades Joe- dije mientras le abrazaba.
- De nada.
- Allison,-la miré y me miró ella-no sé como agradecértelo.
- Te dije que te levantaría el castigo. ¿Entonces vas al cumpleaños?
- Sí. ¿Se sabe algo de Tiffany?
- Hoy no viene, dice que no quiere que se rían de ella. Ella siempre que la han hecho algo ha venido, la ha tenido que doler mucho para que no venga y eso significa que no se va a estar quietecita.
- No me asustes.
- Vale. Jeje.
Las clases se pasaron muy rápido y según acabaron Jessica me acompaño a comprar los regalos. A Joe le compre una camiseta y unas zapatillas que me dijo que quería y a Sergio una gorra, que solía llevar siempre, y un libro que me pidió.
Cuando acabamos nos fuimos cada una a su casa a vestirnos.
Me puse un vestido azul con un poco de vuelo y los tacones negros, me maquillé y el pelo lo dejé suelto y me puse una diadema.
- Mamá, ¿a qué hora vuelvo?
- Hoy te dejo hasta que quieras.
- Gracias.
Cogí el bolso, las bolsas con los regalos y me fui camino a la playa donde quedábamos siempre.
- Hola chicos.
- Ya estamos todos, vámonos.
- ¿Dónde vamos?-pregunté
- A la casa de Joe, sus padres se la han dejado.
- A vale.
Cuando llegamos vi que se lo habían currado un montón.
- Hola chicos, dejar las cosas en el sofá.
- Hola-dijimos a la vez.
- Salir al jardín esta todo ahí, Sergio está acabando de colocar la comida.
Salimos y estaba todo muy bien decorado, guirnaldas, farolillos y una mesa con comida, era muy parecido al jardín de Pablo y me entristecí en pensar en él.
- He pensado en comer algo, y luego jugar a la wii o a algo mientras bebemos.
- Buen plan.
Cuando acabamos de comer abrieron los regalos y todos se metieron dentro, yo entré cogí mi bolso y me volví afuera.
Naryssa me vio y salió detrás de mí.
- ¿Qué te pasa? No digas que nada porque desde que hemos llegado te ha cambiado el humor.
- Ven que te lo cuento.
Le conté toda la historia y cuando acabé nos metimos dentro.

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- Nagore, no he entendido nada, mira, vamos a coger el bolso y cotilleamos a
ver que tiene.
- Yo he oido algo de que le molaba un tal Pablo.
- Muy bien Nagore, trame el bolso, corre.
- Si Tiffany.
Nagore fue a por el bolso y me lo trajo.
- Miremos en su agenda. Mira aquí hay mensajes con él diciendo que se quieren. Tengo un plan, la vamos a liar esta vez.
- ¿Qué pretendes hacer?-me preguntó Nagore.
- Vamos a llamar a Pablo y veras lo que pasa después, hay que hacerlo deprisa ya que puede volver.
Cogí el teléfono y le llamé.
- ¿Silvia?
- Soy Tiffany, solo llamaba para que sepas que tu queridísima amiga, novia o lo que seáis, se está liando ahora con un chico de aquí.-le mentí.
- No es posible.
- Si que lo es. Bueno, solo era eso. Adios- y colgué.
- Mañana seguimos, deja el bolso.

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Me desperté temprano el próximo lunes todavía cansada del sábado, estaba a punto de irme cuando sonó el móvil
- ¡Pablo!
- No me vengas ahora con sandeces. ¿Quién es ese tal novio tuyo con el que te liaste?
- ¿Perdona?
- Si, me he enterado.
- No estoy con nadie.
- Vale, lo que tú digas. Adiós.- y me colgó.

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El lunes me desperté temprano y fuimos Nagore y yo directamente al instituto.
- Hola Joe, oye, que te iba a decir, que el sábado vi liarse a Silvia con Sergio-mentí de nuevo.
- ¿Cómo?
- Sí, estaban en la playa y Silvia antes de irse le besó. Asi que por lo que veo estás libre eee.
A lo lejos vi a Silvia, entonces cogí a Joe de la nuca y le besé.

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Iba camino del instituto y cuando llegué me encontré a Joe liándose con Tiffany y solo pude salir corriendo. Joe me vio y salió detrás mía.
- ¿Me puedes explicar que hacías besándote con esa víbora?
- ¿Y tu con Sergio?
- ¿Qué dices?
- Tiffany me ha dicho que te has liado con él, ya veo lo que te importo.-y se dio media vuelta mientras yo me puse a llorar.
Allison me vio y me dijo que se lo contase todo.
Se quedó con la boca abierta.
- ¿Sabes quien ha sido no?
- Me lo imagino. ¿Pero cómo?- dije pensando.- ¡MIERDA! Deje el bolso fuera, nos debió de estar espiando.
- Vale, yo sé la verdad, y esto va a acabar bien.- Juró Allison.

11 de noviembre de 2010

CAPITULO 20 - La venganza

Me desperté temprano un poco incomoda por haber dormido con la ropa que llevé el día anterior.
Me vestí, me recogí el flequillo con dos orquillas y preparé la mochila con los libros de las asignaturas que hoy me tocaban.
Cuando acabé bajé a la cocina. Mis padres y mi hermana estaban desayunando pero yo no les saludé, me cogí un croissant, un batido de chocolate y me fui hacia fuera.
- Te recuerdo que no puedes salir de casa, te llevo yo.
- No me lo vas a impedir.
- Dos semanas más castigada, y como sigas así, estarás castigada hasta que te vallas de casa.
- Como quieras- y cerré la puerta con un fuerte golpe.
Me fui al parque que estaba al lado del instituto sin parar de llorar y allí me comí lo que cogí para desayunar.
Estaba acabando y cuando me iba a levantar para ir al instituto vi a Joe venir hacia mí y me quedé sentada para esperarle.
- Hola.
- Hola.-dije tristona.
- ¿Te pasa algo?- dijo mientras se sentaba a mi lado.
- Nada.-contesté.
- Me lo puedes contar, sabes que en mí puedes confiar.
- Se que se puede confiar en ti, pero en serio, no es nada, solo que he dormido un poco mal. No me pasa nada preocupante.-mentí.
- Eso espero, no quiero que estés mal. ¿Vale?- me dijo mientras me sonreía.
- Vale.- dije mientras Joe me sacó una sonrisa.
Fuimos hacia el instituto pero antes de entrar vi a Allison…
- ¡Allison!
- Hola Silvia, dime.
- Tengo que hablar contigo a salas, dije mirando a Joe.
- Vale me voy.- dijo mientras se dio la vuelta e iba hacia la puerta del instituto.
- Vale, dime.
- Pues a ver, como lo digo….- dije pensativa. - Lo siento mucho pero no creo que pueda ir al cumpleaños de Joe y Sergio.
- ¿Y eso por qué?
- Mi madre me ha castigado un mes sin salir de casa.
- ¿Qué has hecho?
- Nada, me castigó cuando llegué ayer, y me dijo que me traía y recogía ella, pero me he venido yo sola y me ha subido el castigo, ¡joder que no he hecho nada!- dije mientras empezaba a llorar de nuevo.
- Tranquila, seguro que se le pasa enseguida.- dijo mientras me abrazaba.
- Tú no sabes como es mi madre. Es muy buena cuando quiere pero cuando se cabrea…
- Bueno pero tú te vienes al cumpleaños.
- No se como. Pero ya pensaremos algo.
- ¡Silvia!- gritó Naryssa viniendo hacia mí.
- ¿Qué?-dije mientras me secaba las lágrimas.
- ¿Estas lista para nuestra venganza?
- Es verdad, ya no me acordaba. Vamos. Allison ¿te vienes?
- Claro, estoy deseando ver lo que habéis montado y la cara que se le queda a esa energúmena.
Entramos al instituto y solo se oían carcajadas y muchas fotos pegadas por las taquillas, y en un lado Tiffany llorando y todas sus amigas consolándola,
en cuanto vi el ambiente solo me pude reír y vi venir hacia mi a Tiffany.
- Esta te la guardo asquerosa.-dijo mientras pasaba a mi lado.
- Como tú digas, jajaja.- Pero cuando acabé la frase me vine abajo.
- No te preocupes, siempre dice lo mismo, pero se hecha para atrás.-me dijo Naryssa.
Sonó la campana y en un momento todos estábamos en nuestras clases y los pasillos vacíos.
Las clases se me pasaron muy rápido.
Cuando salí del instituto me dirigí hacia mi casa, pero un coche me paró a medio camino.
Era mi madre que me venía a recoger en su coche color blanco.
Me despedí de todos y subí a regañadientes al coche.
- Que sea la última vez que incumples tu castigo.
- ¿Qué me vas a hacer si lo hago?
- No me vaciles eee.
Y recorrimos el trayecto a casa en silencio.

9 de noviembre de 2010

CAPITULO 19 - Parque de atracciones.

Al día siguiente nos despertamos temprano, desayunamos, nos preparamos la mochila y nos fuimos al lugar donde quedamos todos.
- Hola-saludé a todos.
- Hola.- nos contestaron.
- Estamos todos ya. ¿No?- pregunté.
- Si, vámonos.
Nos dirigimos a la estación y cogimos nuestro tren correspondiente.
Cuando llegamos estaba todo lleno de gente, pero menos mal que era un parque grande.
Sacamos una entrada y nos dirigimos dentro.
- Vamos a información a por unos mapas.
- Vale.
Cogimos el mapa y nos sentamos en un banco para ver donde íbamos.
- Hay cuatro zonas temáticas, vamos en orden y luego después de comer podemos ver algún espectáculo ¿no?
- Si. Vamos de momento a la montaña rusa que tiene que estar bien.
- Vale.
Nos montamos en un montón de atracciones hasta que nos paramos a comer en un restaurante del parque.
Pedimos nuestra comido y nos sentamos fuera, ya que estábamos empapados.
- Que bien me lo estoy pasando- dijo Tatiana.
- Si, jaja.- dijo Sergio.
- Por cierto Samuel, ¿cuando os pensáis volver a España?
- Pues estaremos por aquí un par de semanas.
- Vale, habrá que aprovecharlas.
- Bueno, ¿vamos a ver algún espectáculo?-preguntó a Joe
- Si, pero ¿Cuál?
- Este de coches le vi una vez con mis padres y esta muy bien, no me importaría verlo otra vez.- dijo Jessica.
- Pues vamos para allá y cogemos sitio.
- Ir yendo, voy al baño antes.-dijo Joe.
- Voy contigo- dijo Sergio.
- Vale.-contestamos.
- Por cierto.- dijo Allison- Os recuerdo que dentro de dos semanas es el cumpleaños de Joe y Sergio, vamos a hacerle una fiesta a los dos.
- No sabia que su cumpleaños quedaba tan cerca-dije yo.
- Pues ya lo sabes. ¿Qué le vas a regalar a Joe?- me preguntó Jessica muy interesada.
- Todavía no lo sé. Te repito que me acabo de enterar.
- Ya, ya…
- Bueno será mejor que entremos de una vez- nos cortó Oliver.
Entramos y cogimos sitio en la quinta fila, que creímos que era donde mejor se veía.
Los chicos llegaron justo cuando iba a empezar.
El espectáculo duró unos 50 minutos.
- Ha estado genial- dijo Allison.
- Hemos acertado ee-dijo Collin.
- Jajaja-nos reímos todos.
Pasamos la tarde montando en más atracciones.
- Vamos a los coches de choque.-dijo Joe.-¿Te montas conmigo Silvia?
- Si insistes tendré que montar, porque creo que no vas a aceptar un no.
- Exacto.
Cuando acabamos fuimos a las cabañas de juegos y Joe me regaló una tortuga de peluche y Sergio a Naryssa un oso de peluche.
- Gracias, no tenías porque habérmelo regalado.
- Es mi tortuga y con ella hago lo que quiero, y he decidido dártela.
- Si te pones así, la acepataré.
- Así me gusta.-dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
Cuando llegaron las 00:00 fuimos al lago que había para ver unos fuegos artificiales.
A la salida Naryssa me paró.
- ¿Puedo hablar contigo un momento Silvia?
- Claro Naryssa. Dime
- Te acuerdas que Tiffany te la jugó ¿no?
- Sí, creo que eso no lo voy a olvidar.
- Pues he pensado en vengarnos.
- ¿Cómo que vengarnos?
- A mi me ha tratado también mal, peor que a ti, pero a mi más prolongado.
- Puede que sea así. ¿Qué has pensado?
- Yo me sé toda su vida y he pensado en difundir algo por lo que haya pasado mucha vergüenza.
- Es una buena idea.
- Podría imprimir fotos y mañana las pegamos y vemos lo que pasa.
- Vale.
Cogimos el tren de vuelta y casa uno se fue a su casa.
Abrí la puerta y solo se oía la tele muy baja y una sola luz en toda la casa.
- ¿Qué tal el día?-me preguntó mi madre sin dejar de mirar la tele.
- Muy bien.
- Me alegro. Ahora vete a tu cuarto y solo vas a salir para comer e ir al instituto durante tres semanas, y te llevo y recojo yo del instituto.
- ¿Qué hecho yo ahora?
- ¿Crees que estas son horas de llegar?
- Te avisé de que iba a llegar tarde.
- Pues creo que esa parte me la perdí. Pero me da igual, a tu cuarto que mañana tienes que madrugar.
- Adiós.-dije enfadada.
Subí llorando a mi habitación, cerré la puerta, tiré las cosas al suelo y me tiré en la cama, y así me dormí hasta la mañana siguiente.

12 de octubre de 2010

CAPITULO 18 - Una sorpresa más

Pasaron unos días hasta que llegó otra vez el fin de semana, cada vez nos llevábamos mejor con Naryssa, sobre todo Sergio con el que había conectado tan bien, que hasta ya eran novios y estaban los dos mejor que nunca. Y los demás pues cada uno a su rollo.
- Hija, come algo y deja un ratito a las musarañas anda.
- ¿E? A lo siento.-y me metí a la boca un trozo de croissant.
- ¿Hoy vas a hacer algo?
- Tenía pensado quedar con los de siempre.
- Pues les dices que te tienes que ir al aeropuerto.
- ¿Al aeropuerto?-pregunté extrañada.
- Sí, si vas, sabrás quien viene.
- A vale. ¿A que hora aterriza el avión?
- A las 14:30.
- Gracias mamá, me iré un rato con esta gente e iré al aeropuerto.
- Vale.
Llamé a Jessica para quedar, ella llamaría a los demás.
Me vestí con unos piratas y una camisa de media manga ya que hoy estaba el cielo un poco nublado. Me maquillé ligeramente y me hice una coleta alta.
- Mamá me voy.-dije mientras la daba un beso.
- Adiós hija.
Añoraba a mi padre ya que por el trabajo se movía mucho y estaba muy poco en casa.
Recordar a mi padre resultó que me desanimé y llegué a la playa a paso muy lento.
- Hola-dijeron todos a la vez.
- Hola…
- ¿Qué te pasa?- me preguntó Sergio.
- Nada, no es nada grave.
- ¿Segura?
- Si, sí.
- Vale- dijo mientras me dio un beso en la mejilla.
- Bueno… ¿qué pensáis hacer hoy?
- Yo tengo que ir al aeropuerto a recoger a alguien a las 14:30. Quien quiera me puede acompañar.
- Vale eso lo vemos luego. ¿Vamos a tomar algo a la heladería?
- Vale- dijimos todos al unísono.
Tardamos unos 20 minutos en llegar, era la misma a la que fui con Joe hace un tiempo.
Cojimos una mesa de las más grandes y nos sentamos.
Tomamos una carta cada uno para ver que tomábamos y rápidamente vino la camarera y nos tomó nota.
- Hola, buenos, ¿qué deseaban tomar?
- Pues 3 batidos de chocolate, 2 de fresa, 1 de vainilla, un cono de nata y una tarrina de chocolate con dos bolas y sirope por encima, por favor.-pidió Sergio.
No tardó mucho en traernos nuestro pedido y nos lo bebimos mientras hablábamos.
- Bueno entonces quedamos en ir al parque de atracciones mañana, ¿no?
- Si. –dijimos Allison y yo al unísono.
- Bueno yo me voy yendo que entre que llego y no al aeropuerto… ¿Alguien me acompaña?
- Yo y creo que Allison- me dijo Joe.
- Vale. Pues nos vamos chicos. Adiós.
Nos fuimos a la parada del autobús más cercana y 10 minutos después ya íbamos camino del aeropuerto a recibir a una o varias personas a las que ni siquiera sabía si les conocía.
Cuando llegamos al aeropuerto fuimos donde me indicó mi madre por la mañana, el vuelo venía desde España, pero a saber quien era.
- ¿A quién esperas exactamente?- me preguntó Allison.
- No lo sé ni yo.
- Estamos apañados.
- Pone que aterriza en 5 minutos, no hay que esperar mucho para ver quien es, pero cuando lleguen aquí, entre que salen las maletas y no nos da la media hora seguro.-dije.
Esperamos la media hora mas larga de nuestras vidas.
Empezó a salir gente por la puerta no conocía a nadie. Pero al fondo se veían a dos personas que me resultaban algo familiares.
- ¡SAMUEL!-grité lo más que pude y me lancé a abrazarle.
Le echaba mucho en falta ya que en España era al que le contaba todo.
- Tatiana- y la abracé también.- ¿Qué hacéis aquí?
- Un pequeño respiro con los estudios, jaja, y por si no lo sabías estamos saliendo juntos.
- Me alegro por vosotros- dije mientras sonreía.
- Bueno, veo que no me has echado mucho en falta.
- No sabes cuanto, bueno te presento.
Hice las presentaciones y cuando acabamos cogimos un autobús de vuelta a casa.
- Bueno mañana si queréis os podéis venir al parque de atracciones, estáis invitados.- les ofreció Joe.
- Gracias, iremos si nos deja Silvia.
- Pues claro que os dejo tontos.
Joe y Allison se bajaron en las paradas que mejor les pillaba, ya que yo era la quemas lejos vivía.
- Bueno nos tienes que contar mucho.
Le conté como me iba todo en Los Angeles y cuando llegamos a casa otra vez llegaron los abrazos.
- Mamá, ¿por qué no me habías dicho nada?
- Era una sorpresa.
- Eres malvada.
- Jajaja, solo cuando quiero. Voy a calentar la cena.
Cuando acabamos preparamos sus camas y todos nos fuimos a dormir ya que al día siguiente íbamos al parque de atracciones.

4 de octubre de 2010

CAPITULO 17 - Una más en el grupo

No supe nada de nadie en todo el fin de semana, ni de Joe, ni de Sergio ni de nadie, nadie se preocupaba por mí, no es que yo les hubiese llamado pero mis padres se habían enterado de que un día falté a clase y me castigaron.
El lunes por la mañana para mi sorpresa tampoco me vinieron a buscar, pero a medio camino me encontré a Joe sentado en un banco.
Bajé la cabeza y le ignoré siguiendo mi camino.
Él se levantó y me siguió.
- Silvia espera, tengo que hablar contigo.
- ¿Hablaste con Sergio?
- Sí, estuvimos hablando y le estuve explicando todo, y me dijo que aunque él también tenga celos, los aguantará. Entonces ¿me perdonas?
En ese momento rompí a llorar y abracé a Joe.
- Claro.
- Siento todo, fui un tonto al dejarte allí- me dijo.
- Lo bueno es que ya se ha solucionado. Vamos a clase anda.
La mañana transcurrió muy tranquila.
Cuando sonó la campana que indicaba que había finalizado por hoy las clases me dirigí a mi taquilla a guardar mis libros, pero al abrirla se cayó una nota:



No le dije nada a nadie y a las 6 estuve allí clavada como un clavo.
- Hola.
- Hola Naryssa. ¿Qué quieres ahora?
- Le he dicho a Tiffany que me voy del grupo.
- ¿De verdad? No me lo creo.
- Sí, y ya que eres de las únicas personas que conozco no sé si aceptarías que me fuera con vosotros.
- Eso ya… no te lo puedo asegurar. Mira cuando te venga bien quedamos y lo hablamos entre todos, pero que sepas que de todas formas tienes mi voto.
- Gracias.- dijo mientras me abrazaba.
Al día siguiente les dije a los demás que si quedábamos en la playa, pero por supuesto que no les dije nada de Naryssa.
Ya eran las 17h, había quedado a las 17:30 así que me vestí con unos pantalones cortos blancos, una camisa de tirantes y unas chanclas. Me maquillé ligeramente y me recogí el pelo.
En cuanto estuve lista me dirigí hacia la playa.
Era la primera en llegar, cosa rara en mí ya que siempre llegaba la última a todas partes.
Me senté en la que ya consideraba mi roca a esperarles, y en menos de 5 minutos llegaron todos menos Nasyssa a la que dije que llegara más tarde y que apareciera cuando la diese un toque al móvil.
- Hola chicos, a ver os he llamado a todos para hablar sobre algo importante.
- ¿Es lo de que Joe y tú ya habéis hecho las paces?- me dijo Sergio en un tono enfadado.
- No, ya hablaré contigo luego. Es sobre Naryssa.
- ¿Sobre esa…?
- No digas nada malo sobre ella- dije sin dejar que acabara su frase a Joe.
- ¿Qué quieres que diga después de lo que te hizo?
- A ver, hace unos días hable con ella, el día que nos enfadamos Joe. La estuve diciendo que dejara ya a Tiffany, que ella no era como la muy…
Y la hice recapacitar.
En ese momento le di el toque y ya venía a lo lejos.
- Me dijo que si se podía venir con nosotros, ya que al ser amiga de Tiffany no es que tuviera muchas amigas, la dije que tiene mi voto, y si el vuestro es no, por lo menos no la ofendáis.
- Todo esto lo hacemos por ti- me dijo Sergio.
- Gracias.
Todos nos callamos cuando llegó Naryssa.
- Hola.-dijo tímidamente.
- Hola. Bueno ya les he contado todo y cuando queráis votamos.
- Por mí no- dijo Joe.
- Creo que nos llevaremos bien- dijo Allison.
- A mi me es indiferente- dijo Jessica.
- Sergio… ¿tú que dices?
Sergio no contestaba.
- Tierra llamando a Sergio.
- Lo s-siento. Yo si, por supuesto.
Collin y Oliver también votaron que si.
- Pues estás con nosotros.- dije mientras de mi boca salía una sonrisa.
Estuvimos todos un rato juntos, Sergio se acercaba mucho a ella y Joe se distanciaba más y más hasta que se levanto y se fue a la orilla.
Yo me levanté y me fui detrás de él.
- ¿Qué te pasa?
- Nada.
- ¿Es por que Naryssa se va a venir con nosotros?
- ¿Es que no lo ves? Después de que te hizo…
- Ya lo sé- dije mientras le cogía la mano- pero ese día me fijé en sus ojos y en ellos vi que no era como Tiffany, intenta entenderlo. Además creo que ha caído muy bien, sobre todo a Sergio.
- Ya lo he visto.
- ¿Entonces la vas a aceptar?
- Pero por ti, que conste.
- ¡Gracias!- dije mientras le abrazaba.

25 de septiembre de 2010

CAPITULO 16 - Llegan los celos

Me desperté temprano al oír unos ruidos en el baño de mi habitación, y en ese momento recordé que Sergio se quedó a dormir.
Me dirigí al baño, di dos toques a la puerta y ésta se abrió.
- Buenos días- dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
- Hola- dije sonrojada.
- Te dejo el baño, me voy bajando.
- Vale.
Me vestí con un vestido corto y mis chanclas negras con lunares favoritas, me hice una coleta alta y bajé.
Mi madre nos hizo unas tostadas con unos zumos.
- Buenos días hija.
- Hola
- ¿No se te olvida algo?
- No ¿Por?
- Te recuerdo que hoy es el cumpleaños de Vanessa.
- ¡Es verdad! Ahora vuelvo.- Me fui corriendo dejando el desayuno a medias al salón a por el teléfono.
- ¿Si?
- ¡FELICIDADES!
- Gracias, creía que te habías olvidado.
- ¿Cómo se me va a olvidar?
- Porque te conozco muy bien.
- Je je, que graciosa. No te voy a poder mandar nada…
- No pasa nada, lo comprendo, además que me llames es el mejor regalo, ya que no te tenemos aquí.
- …- no pude contestar porque se me saltaron algunas lágrimas.
- ¿Estas ahí?
- Si, si.
- Bueno que te echamos mucho de menos, Pablo sobre todo.
- Me lo imagino. Para mi también es duro, pero aquí me cuidan muy bien.
- ¿Eso es que hay alguien? Es que no puede ser, me tienes que llamar mas para contarme todo.
- Jajaja, pues es verdad, pero no, no hay nadie.
- Ya, ya…
- Eee, que es verdad.
- Bueno vale, te creo. Bueno tengo que colgar que me llama mi madre.
- Vale, ya me contarás que te han regalado y toso eso ¿va?
- Vale, adiós fea.
- Adiós
Como los echaba de menos a todos.
- Anda que olvidarte del cumpleaños de una amiga.- me dijo Sergio
- Eee, pero la he llamado ¿no?- dije mientras le daba un golpe en el hombro.
- Bueno si, acaba y nos vamos.
Cuando acabé de desayunar nos fuimos a la casa de Sergio a por sus cosas para ir a la playa.
Mientras íbamos de camino a su casa me sonó el móvil. Miré la pantalla, era Allison.
- ¿Si?
- Silvia, ¿puedes quedar ahora por la mañana? Tengo que hablar contigo.
Miré a Sergio y contesté.
- Allison lo siento… Es que voy a pasar la mañana en la playa.
- ¿En cual? ¿Y vas a ir sola?
Miré a Sergio y asintió para que le dijera a la que íbamos a ir, y si venía de daría cuenta de que la estaba mintiendo.
- Si, voy a ir sola, esta cerca de la casa de Sergio, antes de llegar.
- Si vas sola no habrá problema en que vaya ¿no?
- Claro que no.
- Vale pues allí nos vemos.- y colgó

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- ¿Qué te ha dicho?
- Que va a la playa que hay antes de la casa de Sergio.
- Vale, esperaré un poco e iré, necesito disculparme por dejarla así, no sabes lo que me duele ahora.
- Pues esta es tu oportunidad.
- Gracias por todo Allison.
- No me lo agradezcas Joe.

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- ¿Va a venir entonces?- me preguntó Sergio.
- Pues no lo se, pero por su tono tenía decidido venir. Me da igual que nos vea, si es eso lo que te preocupa.
- Vale… Bueno, ya hemos llegado, esperas aquí o entras.
- ¿Me vas a dejar fuera después de que te has quedado en mi casa?
- Jajaja, vale, pasa.
No tardó mucho en bajar de su habitación. Nos despedimos de sus padres y nos fuimos.
La mañana fue muy divertida, unos cuantos baños, risas y muchos juegos. Íbamos a comer pero Sergio me cogió por la espalda y me tumbó y me empezó a hacer cosquillas.
- Aaaaiii, para, sabes que no puedo con ellas.- dije sin parar de intentar escapar.
- No, me gusta verte así.
Mientras Sergio seguía haciéndome cosquillas alguien carraspeó detrás de nosotros.
- Veo que no estas sola como dijiste.
- Joe… ¿Qué haces aquí? Pensaba que estabas enfadado conmigo.
- Venía a hablar contigo pero veo que estás ocupada.- dijo lanzando una mirada asesina a Sergio.
- Podéis hablar, yo me voy ya. Adiós Silvia. Lo siento por ti Joe.- dijo mientras se marchaba enfadado.
- Adiós…
Clavé la mirada en el suelo y Joe se sentó a mi lado.
- No te deberías de juntar con Sergio…
Me quedé sorprendida por lo que dijo.
- Pero… si es tu mejor amigo.
- Era.
- ¿Qué ha pasado?
- Creo que he visto suficiente con lo que he visto.
- ¿Estás celoso?
- No-dijo clavando la mirada en el suelo.
- Pues yo creo que si.
- Y si lo estoy… ¿pasa algo?
- Pues que no tienes porque estar celoso, además Sergio es solo un amigo.
- Ya…
- Bueno, si vamos a discutir me voy.
Me cogió del brazo y yo me paré.
- No por favor…
- De acuerdo.
Me volví a sentar y puse cara de interesa para que me contase el por qué.
- Lo primero, sí, estoy celoso. No sabes cuanto he aguantado, los días que estas con él es que…
- No tienes por qué estarlo.
- Ya, pero no lo puedo evitar.
- Bueno, pero no tienes por qué estarlo, y… ¿a que has venido?
- A pedirte perdón.
- ¿Por qué te tendría que perdonar?
- Porque me quieres.
No sabía que contestar a esa respuesta.
- Sé que es verdad.
- Sinceramente, sí. Vale, lo reconozco.
- ¿Eso es que me perdonas?
- No hasta que hables con Sergio.
- De acuerdo.
- Ahí tienes su casa, cuando hables con él habla conmigo.
Esperé a que se fuera dirección casa de Sergio y yo me marché a mi casa.

17 de septiembre de 2010

CAPITULO 15 - Recapacitando

Pasaron unos días, iba al instituto pero todos me defendían de todas esas risas que todavía duraban.
“Hoy me he levantado con energía y estoy dispuesta a cambiar el mundo” -
pienso mientras bajo a desayunar.
- Buenos días- dije.
- Hola, ¿qué pasa hoy que estas tan contenta?-me preguntó mi hermana.
- Nada, que he dormido bien.
Cuando acabé cogí mi mochila y me fui donde cada día quedábamos para irnos juntos al instituto. Ahora también se venía Joe, estaba muy protector conmigo.
- Hola chicos.
- Hola- dijeron al unísono.
- Estas hoy más feliz que de costumbre- me dijo Joe mientras dejábamos detrás a Allison y Jessica.
- Si, se puede decir que si. A ti te noto con otra cara, como si fueras a decir algo importante, y te has arreglado más que de costumbre. ¿Vas a pedir salir a alguien?
Se quedó con cara de sorpresa por todo lo que dije.
- Ehh, no… Algo importante tal vez, jeje pero a veces me gusta cambiar de vestuario para ir más formal.
- Amms, bueno, a ver que le decimos hoy a Antonio de lo de ayer, encima es tu tío.
- Ya lo sé, pero bueno, cargaré con las consecuencias.
- Pero fue por mi culpa.
- No te voy a involucrar.
- ¿Por qué?
- Mi tío es muy duro.
- Bueno… vale…
- Así me gusta, por cierto, todavía no me has dicho porque estas hoy tan feliz, si es que lo puedo saber.
- No te lo voy a decir del todo pero bueno.
- Estaré callado.
- No, lo verás luego.
- Vale, pero dímelo ya.-dijo impaciente.
- Es que hoy voy decidida a hacer una cosa, esperaré hasta el recreo o a la salida, no lo se seguro.
- Espero que lo hayas pensado.
- Pues claro, se lo que hago, no hace falta que estés encima de mi todo el día.
- ¿Ah no?
- Pues no todo el día. Es que desde que pasó lo de Tiffany yo si que te veo cambiado.
- Osea que eso es lo que piensas.-dijo molesto.
- No me malinterpretes, por favor.
- Mira lo que has dicho, dicho esta. ¿Vale?
- Pero, déjame mas suelta por favor.
- Vale, como tú quieras.- dijo mientras aceleró el paso y se marchó dejándome atrás.
Rápidamente Allison y Jessica me alcanzaron.
- ¿Qué ha pasado?
- Le he dicho que no tiene porque estar encima de todo el día y se ha ido.-dije ya con los ojos vidriosos.
- No te preocupes, que seguro que se soluciona- me dijo Allison mientras me abrazaba.
El resto de la mañana Joe no me habló, ni siquiera me miró.
- Joe…-dije insegura.
No obtuve ninguna respuesta por su parte y cuando sonó el timbre me dirigí a hablar con Naryssa aprovechando que Tiffany había faltado ese día al instituto.
- Naryssa… ¿Puedo hablar contigo? A solas- dije mirando a las chicas con las que estaba.
- ¿Qué quieres?
- Mira, se que tu no eres como Tiffany, el otro día me miraste de una forma diferente.
- Pues si mira, me diste pena, no me gusta nada que le haga eso a la gente, pero es mi amiga, y no quiero separarme de ella.
- ¿Y si ella se tirara de un puente, tu te tirarías detrás?
- Pues… seguramente no.
- Pues entonces, deja de seguirla como si fueras su perrito faldero, deja de hacer lo que te diga, no es nadie para decirte que tienes que hacer, haz algo útil en tu vida. Con ella no estás consiguiendo nada, solo enemigos, enemigos, y más enemigos. ¿Cuánta gente te ha dejado por qué te vas con Tiffany?
- Me ha dejado bastante pero no eran personas que me cayesen genial.
- Pero eran tus amigos y os tratabais igual entre todos, con Tiffany es todo al revés, ella se cree lo mejor, es la más guapa del instituto, la más popular, y vosotras, sus criadas. Y si no es así, dime a mí como es.
- Tienes razón. Pero voy a seguir con ella, por lo menos durante un tiempo.
- Espero que entres en razón, estás echando tu vida a perder.-dije mientras me iba alejando a la salida del instituto para volver a mi casa.
Le había dicho a las chicas que no me esperasen, me preguntaron, pero no les contesté sobre lo que iba a hacer.
Cuando iba a mi casa, vi a Joe que estaba sentado en un banco con la cabeza entre las manos, me acerqué a él para ver si lo podíamos solucionar, pero en cuanto me vio. Se levantó y se fue.
En cuanto llegué a mi casa me subí a la habitación, me tiré en la cama y me puse a llorar.
Toc, toc, toc
- ¿Silvia, te encuentras bien?
- Si mama, solo que no tengo hambre.
- Vale, pero si te pasa algo, me lo puedes contar.
- Vale.
Al cabo del rato encendí el ordenador, necesitaba contárselo a alguien de confianza, en ese momento me habló Sergio por el Messenger:
Sergio: Ola!
Silviia: Ola…
Sergio: ¿Qué te pasa?
Silviia: Joe…
Sergio: ¿Me lo puedes contar?
Silviia: Si, necesito desahogarme
Sergio: En 5 min. Estoy en tu casa.
Y se desconectó al momento. Su casa estaba a alrededor de 15 minutos de la mía pero en moto tardaría menos.
Mientras Sergio venía hacia mi casa ordené un poco mi cuarto.
Ding, dong…
- Si, esta arriba, en su habitación- escuché de decir a mi madre.
- Hola-dijo tímidamente mientras abría la puerta de su habitación.- ¿Qué tal estás?
En ese momento rompí a llorar y Sergio me abrazo.
- No llores, no quiero verte así.
En cuanto me calmé un poco le conté todo lo sucedido, se quedó igual que yo que cuando Joe se fue.
- No lo entiendo, ¿por eso te deja? Así sin más.´
- Eso parece.
Sergio miró la hora y se levantó.
- Es tarde, me tengo que ir.
- Puedes quedarte a cenar.
- Si tú me invitas…
Bajamos los dos y le dije a mi madre que sus padres no estaban y que se quedase a cenar. Cuando acabamos resulta que mi madre decidió que también se quedara a dormir.
Nos subimos los dos a mi cuarto, el se tumbo en el colchón que le habían puesto y yo en mi cama.
Estaba tan agotada… me dolían los ojos y caí rendida.

9 de septiembre de 2010

CAPITULO 14- La escapada

Pasé una muy mala noche, llena de pesadillas.
En ellas todo el mundo se reía de mí, incluso Jessica, Allison, Sergio, Joe…
Me desperté bastante temprano, no quería volver a cerrar los ojos y pensar en todas las pesadillas que había tenido esa noche.
Ese día no iba a ir al instituto.
“¿Para qué se rían más de mí? Paso” pensé.
Decidí que iba a salir como todas las mañanas para que mi madre no se enterase de que no iba. Pero en vez de ir al instituto iría a alguna playa a pasar la mañana, y por supuesto saldría por la puerta de atrás para que ni Jessica ni Allison me viesen donde iba, ni me preguntasen nada.
Desayuné y me despedí de mi madre.
- Adiós.
Me dirigí a la parte de atrás sin que nadie me viera y me dirigí a algún lugar de la playa por el que no pasara mucha gente.

-----------------------------------

- Hola Rosi- dijo Jessica.
- Hola chicas.
- ¿Está Silvia?
- Se ha ido hace un rato.
- A vale, no nos ha avisado. Bueno, adiós y gracias.
- Adiós…
Mientras se fueron hacia el instituto llamaron a Joe por si él sabía algo.
- ¿Sí?
- Joe, soy Allison, ¿sabes algo de Silvia?
- No, ¿no viene con vosotras?
- No, y su madre dice que se ha ido hace un rato.
- Vale, ya os veo, ahora hablamos.
Se dirigieron hacía donde estaba Joe y empezaron a hablar.
- Aquí pasa algo raro, ella no faltaría a clase, no es típico en ella.-aseguró Allison.
- ¿Tenéis su móvil?-preguntó Joe.
- Sí.
- Dejadme llamar.
Hizo varios intentos de llamar pero no se lo cogía.
- Chicas ir a clase, voy a buscarla.-dijo mientras se iba corriendo hacía algún lugar.

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Me estaban llamando, pero lo dejaba sonar mientras caían lágrimas de mis ojos.



Me pase toda la mañana aburrida, pero lo prefería.
Me estaba quedando dormida cuando alguien vino gritando.
- ¿Qué haces aquí… y llorando?- dijo mientras me secaba las lágrimas.
- He decidido no volver al instituto, todo el mundo se reirá de mí.
- Para nada, y si alguien se ríe me enfrentaré a esa persona, pero no llores, me duele verte así.
- Gracias- dije mientras sonreí.
- Deberías de estar en clase, las chicas se han preocupado al preguntar a tu madre y decir que ya te habías ido.
- Lo sé, y respecto a lo de clase, creo que tu también deberías de estar allí además hoy había clase con tu tío.

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Jessica y Allison estaban preocupadas, hablaban sobre ello, pero Antonio entró, echó un vistazo a la clase y se dio cuanta de que Joe no estaba.
- Jessica, ¿y Joe?
- Hoy no le he visto-mintió lo mejor que pudo.
- Ajá…, me enteraré de donde está
En ese momento Jessica y Allison se miraron sin saber que hacer…

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A Silvia y Joe se le pasó la mañana muy rápido, tanto que era la hora de salida del instituto. Ya se iban a ir cuando Silvia notó que el móvil le vibraba y miró en la pantalla, en la que aparecía: Oculto.
- ¿Sí?
- ¿Silvia? Soy Pablo.-Silvia en ese momento recordó todo lo sucedido y se le calló alguna lágrima.
- Pablo…
- Si, ¿no te alegras de hablar conmigo?
- Si, claro que si, solo que no me lo esperaba.
- Eso lo suponía. Bueno era para decirte también que ayer recibí la postal. Y los demás también. Me gustó mucho-dijo sin decirle donde la puso- Sobre todo tu foto. Siento todo lo que pasó tu último día, no era mi intención, pero vi que era el momento.
- No pasa nada, ya lo pasé mal durante esos días y ya lo he superado.
- Lo siento. Bueno, tu vida por allí bien ¿no?
- Sí, normal, no puedo pedir más.
- ¿Eso es qué hay alguien?
- Si es por lo de que siempre estarás en mi corazón, lo sigues estando esté quien esté de por medio, pero no, no hay nadie.
- A vale. Tengo que colgar. Adiós.
- Adiós.
- Era Pablo.
- Me lo imaginaba. Bueno, a esta hora sueles llegar a tu casa, te acompaño y te despides como un día normal.
Nos fuimos a la parte delantera y me despedí de él como me dijo. La tarde transcurrió tranquila, llamé a Jessica y se lo estuve contando, y ella me dijo lo sucedido con Antonio y los deberes. Luego me tocó contárselo otra vez a Allison, eran unas cotillas, pero también eran mis amigas.
No cené, eran muchas emociones las que tuve en esos dos días y me fui a mi cama a leer y a descansar.

7 de septiembre de 2010

CAPITULO 13- La bronca

El despertador sonó a las 7:30 y me desperté sentada en la silla con la cabeza en la mesa.
Cuando me levanté me dolía todo. Me vestí y bajé a desayunar. Cuando acabé me subí a ver si me daba tiempo a hacer algo de deberes, no me dio mucho tiempo, ya que Jessica y Allison me estaban esperando abajo.
- Adiós mamá.
- Adiós.
- Hola chicas.-dije casi sin aliento y mientras me quejaba del dolor de espalda que tenía.
- ¿Qué te pasa? ¿Una noche movidita?
- Ja ja, que graciosa, no.
- ¿Entonces?- me preguntó Allison.
- Cuando llegué de estar con Joe me senté en la mesa a hacer los deberes y me dormí, y me duele todo.
- Es verdad, y ¿con Joe qué tal?
- Bien, estuvimos por la zona de la playa, hablando y tal.
- ¿No os liasteis?
- ¡Jessica por favor!
- A Sergio no le conocías y casi te lías con él.
- Bueno, chicas dejadlo, que parece que se nos une uno.-dijo Allison
- Hola chicas.
- Hola Joe-dijimos las tres al unísono
Llegamos a clase y nada mas sentarnos Joe me atiborró a preguntas.
- ¿Qué tal pasaste la noche?
- Bufff, pues estoy que no puedo ni moverme, me dormí “haciendo” los deberes, pero no me dio tiempo.
- Entonces eso es que… ¿te lo pasaste bien?
- Sí, me lo pasé muy bien.
- Pues cuando quieras podemos repetir.
- Jaja, vale, pero lo organizas tú.
Al vernos el profesor estar hablando, nos mando corregir los ejercicios que nos mandó el día anterior.
- No lo tengo Antonio.
- Pues salte al pasillo un rato, que estar mejor fuera que dentro. ¿Joe lo corriges? Por favor.
- No lo tengo.
- Pues puedes salirte fuera.- dijo en un tono de pena
Le dijo algo a él muy bajo para que no se enterase nadie y salió.
-¿Qué pretende Joe? Sabe como es Antonio.-dijo Allison a Jessica.
Joe cerró la puerta con un golpe fuerte y se sentó con la cabeza entre las manos.
- ¿Qué te pasa?-le pregunté mientras me sentaba a su lado.
- Conozco a Antonio muy bien, demasiado bien y tiene razón. Es que Antonio es mi tío.
- No lo sabía. ¿Y en qué tiene razón?
- Solo lo sabes tú, ni Sergio, que es mi mejor amigo.
- Osea que soy privilegiada.
- Si, y lo de que tiene razón… Al salir me ha dicho que has llegado tu y me nota cambiado, él dice que mas feliz, pero menos pendiente de lo que hago.
- ¿Cómo es eso?
- Pues que desde que te vi en el aeropuerto no he parado de pensar si te volvería a ver, como te llamabas, me hacia muchas preguntas y ahora eso es como si se hubiese hecho realidad, y cada vez que estoy contigo es como si te conociera de siempre. Desde ese día hago las cosas sin pensar y bueno que decirte que fue como un flechazo, es que eres diferente a las demás chicas, en cuanto me ven vienen hacía a mi porque soy guapo, quieren liarse conmigo y hasta luego pero veo que tú no eres así y encima me gustas.
Me quedé sorprendida con la declaración que me hizo Joe, no estaba segura de lo que iba a decir, pero lo dije.
- A mi me pasó lo mismo desde que te vi en el aeropuerto y siento lo mismo pero… me gustaría conocerte más. No te lo tomes a mal. Porque eres un chico encantador.
- Lo entiendo, no te preocupes.-me dijo muy sincero.
En ese momento sonó el timbre y nos metimos otra vez en clase. Estuvimos toda la mañana sin hablar, espero que no se lo hubiese tomado a mal.
En el recreo yo no les dije nada a ninguna de lo que me dijo Joe.
Las clases ya había acabado, estábamos guardando los libros en la taquilla cuando Tiffany se puso a nuestro lado.
- Vaya… llegas y ya estas ligando. Ese tipo de gente no me gusta.
- Tiffany, vete ya conoces aquí a Pepe y Lola.- me defendió Allison.
Pepe y Lola eras sus puños, me contó que ya la había pegado una vez pero que no escarmentaba y volvería a “llamarlos” como decía ella si lo necesita.
- Yo no tengo culpa de que tu amiga sea una poligonera.
Ahí me harté y salté.
- Mira, si tu orgullo esta por encima de ti, no es mi culpa. Ligue o no, no te importa. ¡NO TE IMPORTA MI VIDA! ¿Vale?
- Encima tiene humos.
- Si, tengo muchos.
- Déjalo Silvia, te vas a meter en un lío- me dijo Allison
- No, no quiero. Si a mi esta niñata me importa poco, si me va a hacer algo que se atreva, venga lo estoy deseando.
- ¡EH! ¿Qué pasa?- dijo Sergio mientras venía hacia a mí.
- Oh, encima se va liando con dos.
- Sergio no te metas.
- Eso, a ver si va a venir el otro y ve que les estas engañando.
- Mira pija de mierda, no digas nada si no sabes.
- Bueno ya me he cansado de ti. Me voy, espero no volver a verte por aquí, porque lo que te haré se va a quedar pequeño.- dijo mientras de un empujón me tiró contra las taquillas y me di un golpe en la cabeza.
Al irse la chica que iba con ella me miró y parecía que a ella no le gustaba y creo que sintió pena por lo que hizo su amiga, o eso creía yo.
Vi a toda la gente reírse de mi mientras me señalaban. Sentí mucha vergüenza me levanté y nos fuimos a un lugar mas tranquilo.
- ¿Estás bien?- me preguntaron los tres a la vez.
- Si, creo que solo me he hecho un chichón.
- Vale.- dijo Sergio quedándose más tranquilo. ¿Y eso de que estas con dos a la vez y estas engañando a no sé quién?
- No sé, no estoy con nadie. Debió de ver lo bien que me llevo con Joe y pensar que estamos saliendo, pero no sé porque piensa que estoy saliendo contigo o algo. A saber lo que tiene esa en la cabeza a parte de nada.
- Te podía a ver hecho mucho más.- me dijo Jessica.
- Ya lo sé. Pero mi mal genio me pudo.
- Bueno venga que te acompañamos a casa.
- No vais a aceptar un no por respuesta asé que vamos.

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Pablo pasó al portal y abrió el buzón como todos los días, pero ese día iba a cambiar. Vio un aviso de Correos, miró de donde venía y al darse cuanta subió, dejó la mochila y se fue a Correos para ver lo que era.
Cogió el pequeño paquete y lo abrió.
Al abrirlo vio l oque había, una postal, un llavero y una foto de Silvia con el collar. Al ver la foto sonrió por dentro.
Mientras volvía a su casa leyó la postal:

“Hola Pablo. Espero que te guste lo que te mando. Aquí todo se está volviendo perfecto, he hecho amigos y estoy muy bien aquí, pero te hecho de menos. Sabes que siempre te querré y como has visto en la foto, no me quito el collar nunca. Espero que no lo estés pasando muy mal. Bueno, como he dicho, espero que te guste. Besos.
Silvia.”

Al leer la postal se alegró de que ella estuviera bien y cuando llegó a su casa, clavó la postal en su corcho, y así verla todos los días.

1 de septiembre de 2010

CAPITULO 12- Primer día de instituto

Al día siguiente me desperté muy temprano por los nervios, bajé a desayunar y me volví a subir.
No sabía que ponerme, las apariencias tenían que ser buenas y más si es el primer día en otro lugar diferente.
Al final acabé escogiendo unos pantalones cortos y una camisa de manga corta de un hada con mis manoletinas a juego, cogí mi mochila y salí de mi casa donde estaban esperándome Jessica y Allison.
- Hola-dije un poco nerviosa.
- No estés nerviosa se te nota en la cara y en la voz.-dijo Allison acariciándome el brazo para que me calmara.
- Si, sabes que nosotras siempre vamos a estar contigo y encima en la misma clase.
- Ya, bueno intentaré estar lo más clamada posible.
- Mucho mejor, ah y no hagas caso ni a Tifanny ni a Narissa.-me aconsejó Jessica.
- Vale, pero si me dices eso me voy a poner más nerviosa.
- Tienes razón, pero ten cuidado, se creen las reinas.
- Vale, y bueno, anoche ¿qué tal?
- Bueno, pues unas copitas y por ahí vagabundeando.
- Que bien-dije en un tono irónico.
- ¿Y tu?-me preguntó Allison.
- Pues de camino a casa me senté en una playa y me dormí y resulta que estaba enfrente de la casa de Sergio pero estuvimos hablando y me fui.
- Ya, ya…
- Nunca me creéis.
- Bueno, este es el instituto- dijo mostrándomelo Jessica con el brazo.
- Me gustaba más el de España, pero tendré que aguantarme.
- Eso creo.
Me enseñaron donde estaba mi taquilla y cuando nos dirigíamos a nuestra clase alguien se interpuso en nuestro camino.
- Vaya, vaya, una chica nueva.-dijo Tifanny.
- Dejadla en paz.-me defendió Allison.
- Como quieras, pero ten mucho cuidado chica nueva,- dijo mientras se iba i me dio en el hombro-ten mucho cuidado.
- No te preocupes.
- Eso intentaré.
- De verdad, no te preocupes, nos hemos enfrentado muchas veces con ellas.
- Eso me tranquiliza.-mentí.
Llegamos a nuestra clase, la profesora me presentó y me indicó donde me iba a sentar.
Las mesas estaban de dos en dos, Jessica y Allison se habían sentado juntas y el único que estaba libre era al lado de un chico del que sus ojos azules que en algún lugar había visto antes.



“Ah, ya sé, él es el chico del aeropuerto”- Pensé
- Hola- me dijo tímidamente el chico.
- Hola- le contesté.
- Soy Joe.
- Soy Silvia, me han hablado de ti.
- Ah, que bien. ¿Quién?
- Jessica, Allison y Sergio. Me dijeron que repetías.
- Sí, me pasa por vago, aunque creo que este año tampoco voy a hacer mucho teniéndote al lado, eres muy guapa y yo ya te he visto antes.
- Yo también, en el aeropuerto. Ese día era mi primer dí aquí.
- Me acuerdo.
- ¡Silencio!- gritó la profesora y Joe y yo, nos reímos muy bajito.
A partir de ahí, ya que no podíamos hablar empezamos a hablar por notitas.
- “Bueno me han dicho que te llevas muy bien con Sergio”
- “Si, pero yo no quiero nada con él”
- “¿Por qué? Es guapo xD”
- “Por cosas que me pasaron en España”
- “¿No me las vas a contar?”
- “Mas adelante”
- “Eso está bien”
- “Jajajaja”
- Bueno chicos, esto ha sido todo por hoy. Adiós.-dijo la profesora saliendo por la puerta
- Bueno Silvia, creo que ya conoces a Joe, y creo que habéis congeniado muy bien.
- Eso creo- me reí mientras le miraba y él me saludaba con la mano.
Estabas hablando y entró el profesor de la clase siguiente.
- Bueno ¿qué te han dicho esas dos?
- Que hemos congeniado muy bien.
- Eso creo que ya lo sabíamos.
- Jaja- nos reímos al unísono.
El resto de la mañana transcurrió tranquila, no estuve muy pendiente porque seguimos Joe y yo con las notitas todo el día.
Nos intercambiamos los móviles y nos despedimos, cada uno se fue a su casa y Jessica y Allison me acompañaron a la mía.
- Silvia, se te ha caído esto de la mochila.
- Trae, ¿qué es?
- Una nota de Joe.
- Uuuuuuuu- dijeron Jessica y Allison- esto me suena a cita.



- Te iba a decir que si venías a mi casa ha hacer los deberes pero creo que ya tienes planes. ¿Por qué vas a ir no?
- Creo que sí-dije mientras me sonrojaba.
- Bueno pillina te dejamos aquí- me dijo Jessica.- Ah, la heladería está de camino al instituto, hemos pasado enfrente esta mañana.
- Vale, gracias
Llegué a casa lo más rápido que pude, y le dí el toque a Joe.
La tarde se me pasó muy lenta.
Me duche y me puse un vestido rosa y unas chanclas negras, cogí algo de dinero y me dirigí hacia la heladería.
Cuando llegué, Joe ya estaba allí.
No puedo mentir, había algo que me atraía hacia él.
- Hola
- Hola, estas muy guapa.
- Gracias-dije sonrojada.
- ¿Pasamos?
- Claro
Cogimos una mesa y Joe se levantó.
- ¿Qué quieres? Yo invito.
- No hace falta.
- Dime que quieres o si no me enfado.
- Vaale. Pues… una tarrina con 3 bolas de chocolate.
- Veo que eres una adicta al chocolate.
- Sí, me gusta bastante.
Joe fue a por los helados y mientras nos los comíamos estuvimos hablando y me obligó a contarle todo lo sucedido la tarde en la que me vine.
- Entonces… Ese tal Pablo te dijo que le gustabas.
- Sí, pero no me lo recuerdes.
- Vale.
- Me gusta tu colgante.- dijo mientras lo cogía para verlo más de cerca.
- Me lo regaló Pablo.
- Oh, no lo sabía.
- Eso ya lo sé.
- Bueno, ¿te apetece dar un paseo por la playa?
- Vale
Así pasamos la tarde, de un lado a otro, en la playa, en el paseo marítimo y por el centro de la ciudad haciéndonos fotos.
Llegó la hora de irme y nos despedimos hasta el día siguiente que nos veríamos en el instituto.
Ni siquiera cené y me subí a mi habitación a hacer los deberes de ese día, pero todas las emociones que tuve me pudieron y me dormí sobre la mesa pensando en aquel día.

31 de agosto de 2010

CAPITULO 11 - La llamada inesperada

No habíamos salido todavía de la playa, pero los demás ya se habían ido y me dí cuenta de una cosa.
- Oye Jessica, estamos a casi una hora andando de aquí.
- Ya lo sé, es que no vamos a mi casa.
- ¿Cómo?
- Vamos a ir a otra playa, vamos a estar toda la noche por ahí haciendo lo que nosotras queramos.
Oí como Allison se reía.
- Allison, tú lo sabías.
- Sí, pero es que la cara que se te a quedado…
- Yo me voy a mi casa, os podéis ir donde queráis- dije mientras me di la vuelta y me encaminé hacia mi casa.
- ¡Tu te lo pierdes!- gritó a lo lejos Jessica.
Estuve un rato andando por la orilla de la playa hasta que llegué a una playa que era preciosa a la luz de la luna y decidí sentarme a descansar un rato.
Estaba tan cansada que me tumbé y me dormí.
No sé cuanto tiempo estuve pero me desperté al tener la sensación de que me estaban observando. Me levanté y alguien me cogió del hombro.
- ¡AAAH!- grité pero en seguida me tapó la boca mientras se reía.
- ¿Por qué gritas? ¿Tan mala cara tengo nada más levantarme?
- ¿Sergio? ¿Qué haces aquí?
- Te recuerdo que esa de ahí es mi casa.
- No me acordaba, debe de ser que con las prisas de salir la otra vez a casa de Jessica no me fijé.
- Puede ser. Por cierto, ¿y Jessica y Allison? ¿No te quedabas en su casa a dormir?
- Eso creía yo, pero cuando os fuisteis en el coche me dijeron que no iban a dormir esa noche y volví a mi casa andando, pero vi esta playa y me senté a descansar y me dormí y ¿cómo me has visto aquí?
- Me he levantado y he visto a una chica durmiendo, he bajado y al levantarte me he dado cuenta de que eras tú, espero que no te haya molestado, y ahora cuando vuelva de traerte un bollo para que desayunes me vas a contar tu comportamiento de anoche.-dijo muy serio
- No hace falta que me traigas nada.
- Si que hace.-dijo mientras se dirigía hacia su casa.
No se por qué se molestaba tanto después de todo lo de ayer.
No tardo mucho en volver con el bollo y tuve que comérmelo a la fuerza.
- A ver, cuéntamelo todo.
- No hay nada que contar.- mentí
- Si que hay, no estas así normalmente.
- Pues a ver… cuando me ahogaste cogí un miedo al agua y ya pues desenvuelve mi mala leche.
- ¿Por eso te volviste a meter después?
- Mi cabeza me decía que si me metía sola no me pasaría nada. Siento mucho todo.
- No pasa nada. Cambiando de tema, mañana empieza el instituto, espero que nos sigamos viendo.
- Es verdad, y claro que nos seguiremos viendo- dije riéndome.
- Eso espero, me han dicho que vas con Jessica, Allison y Joe, que el muy tonto va a repetir.
- ¿Joe?
- Ah, es verdad, todavía no le conoces es que ha estado muy liado desde que llegó del viaje.
- Ah- dije sin ganas.
- Bueno creo que ya debería volver a mi casa, se estarán preguntando donde estoy o cualquier otra cosa.
- Te llevo en el coche.
- No hace falta, de verdad, y gracias por el bollo.
- Silvia…
- No me pongas esa cara, así es imposible negarme
Cogí mi mochila u me subí en el coche. No estábamos muy lejos, a 10 minutos en coche. Me despedí de Sergio con dos besos y bajé del coche.
Entré y vi a mi madre barriendo y a mi padre leyendo el periódico.
- Ya estoy aquí.
- Hola, ha llamado tu abuela, la he dicho que cuando llegases la llamaras.
- Vale mamá.-dije mientras cogía el teléfono y subía a mi habitación.
Tiré la mochila en la cama y me dispuse a marcar el número de teléfono de mi abuela. Mi abuela Eustaquia, que tanto la quería, le contaba toda mi vida, era una gran abuela.
Sonaron 4 pitidos y cogieron el teléfono.
- ¿Si?
- ¿Abuela?
- ¡Silvia! ¿Qué tal?
- Muy bien abuela. Te hecho de menos.
- Y yo a ti. Tienes muchas cosas que contarme. ¿Tienes novio? ¿Qué tal te tratan tus amigos y sobre todo tus padres?- Dijo mi abuela muy precipitada.
- Abuela, abuela, yo te respondo pero poco a poco.
- Lo siento- dijo mientras nos reíamos al unísono.
- A ver, no, no tengo novio. Hay un chico al que le gusto pero él a mi, se puede decir que no. Y… de momento todos me tratan bien. Espero que siga así.
- Eso espero, que si no va tu abuela allí y sabes como soy.
- Jajaj, si abuela. ¿A ti te cuidan bien?
- Si, pero me cuidas mejor tú.
- Abuela no me digas eso que me sonrojo.
- ¡SILVIA! Baja un momento.- me gritó mi madre.
- Veo que te reclaman.
- Creo que tendré que ir. Ya sabes como es.
- Sí, ya te llamare para que me cuentes más.
- Vale abuela, adiós te quiero.
- Adiós.
Colgué y bajé al salón. Coloqué el teléfono en su sitio y fui a la cocina donde estaba mi madre.
- Te he puesto los libros del instituto en la mesa, te tienes que preparar la mochila.
- Ya lo sé mamá, pero ¿para esto me llamas? Estaba hablando sobre cosas importantes.
- ¿Puedo sabes de qué?
- Cosas de abuela a nieta.
En ese momento entró mi hermana Laura en la cocina.
- ¿Qué quieres hija?-le preguntó mi madre.
- Quiero ir a la playa.
- Silvia ¿la llevas tú?
-¿Por queeeeeeé?
- Si no quieres limpiar tú.
- Vale.
El bikini ya lo llevaba, ya que no me había dado tiempo a cambiarme.
Cogí una toalla y nos fuimos a la playa mi hermana y yo.
Jugamos un rato en el agua y estuvimos haciendo castillos de arena y también estuvimos buscando conchas.
Nos fuimos a la hora de comer y después la casa quedó en silencio debido a que todos estaban durmiendo la siesta, mientras yo me senté a leer en mi cama el libro de “Perdona si te llamo amor”. Fue un regalo de Elisabeth al venirme aquí, me lo dio para que me acordara de ella, y así era.
Cuando llegó la hora de cenar no tenía ganas de comer así que me puse un rato en el ordenador.
Me conecté al Messenger y vi a Vanesa conectada y estuve hablando con ella de todo lo que me había pasado en todo el tiempo que he estado en Los Angeles.
Era ya muy tarde, me despedí de Vanesa y me metí en la cama con esos nervios del primer día de instituto y encima en un lugar en el que no había estado antes, por lo menos tenía a Jessica y a Allison.
Pensando en todo lo queme había pasado y lo que pudiera pasar entré en un profundo sueño.

25 de agosto de 2010

CAPITULo 10 - Un dia malo

Le ignoré y seguí andando, si me paraba llegaría tarde.
- Espera,- dijo mientras me cogió del brazo- por favor.
- ¿Qué quieres? Voy a llegar tarde y como me pase un solo minuto ya no saldré en toda mi vida- dije en un tono borde.
Se quedó mirándome de arriba abajo.
- ¡Uau! Nunca he visto a una chica con tantas bolsas.
- ¿Has venido a decirme eso?
- ¡Ah! No, lo siento, era que… si te venias mañana a pasar el día en la playa, ¿qué te parece?
- Eee…, me pilla de sorpresa, pero vale.
Sergio sonrió ligeramente, aunque yo se lo noté
- Vale, pues de 11:00 a 11:30 en la playa de siempre.
- Vale, adiós
- Adiós.
Miré el reloj y eran las 21:45.
- Susan, veo que no llegamos.
- Tranquila que si.
Llegamos justo a tiempo. Cuando entré ya estaban cenando pero no me importó.
- Hola
- Hola hija, tienes unos cachos de pollo en el microondas.
- Vale, mamá. A por cierto mañana voy a pasar el día en la playa.
- No hagas nada malo.
- Siii mamá.
Cené lo más rápido que pude y me subí a mi habitación. Quería dormirme ya para que llegase un nuevo día y estar en la playa con ellos.
Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
Sonó el despertador y me levanté bastante ilusionada.
Bajé a desayunar y me subí de nuevo a mi habitación.
Me puse mi bikini favorito, uno blanco con corazones negros y rosas. Me puse encima mi vestido blanco y me hice una coleta alta.
Preparé toda la comida, una toalla y demás cosas que posiblemente usaría.
Cuando eran las 11:00 bajé corriendo.
- Adiós mamá, adiós papá, no se a que hora volveré.
- Vale, pero ten cuidado- me dijo mi padre.
- Vale, adiós- dije mientras salía por la puerta.
Fui dando brincos hacia la playa y cuando llegué me di cuenta de que era la última.
- Hola a todos.
- Ya era hora- me dijo Allison.
- Bueno subamos al coche- dijo Sergio mientras tiraba las llaves al aire y luego las cogía.
- ¿Cómo que al coche?
- Ah no te lo dije, vamos a una playa no muy lejos de aquí, ¿no te importa verdad?
- No, claro que no, era solo que no lo sabía.
Estuvimos por la carretera durante 20 minutos. Cuando aparcó el coche me quedé sorprendida, era la mejor playa que había visto nunca.



Era grande y no había mucha gente.
- Que pasada-dije con la boca abierta.
- Si, pero cierra la boca que te van a entrar moscas- me dijo Jessica.
- Que graciosa.
Preparamos el “chiringuito” y fuimos todos directos al agua. Ese día estaba bastante tranquila. Estábamos Allison, Jessica y yo hablando tranquilamente cuando noté unas manos sobre mi cabeza que me hundían y no me dejaba salir. Estaba intentando escapar cuando lo vi todo negro.
- Silvia, por favor, despierta.
En ese momento abrí mis ojos lentamente y eché algo de agua por la boca.
- ¿Qué ha pasado?
- Nada, aquí el graciosillo de Sergio que le ha apetecido hacerte una ahogadilla y has perdido el conocimiento.- dijo Allison mientras miraba a Sergio.
Noté unos pasos fuertes viniendo hacia a mí.
- ¿Estas bien?- me preguntó Sergio.
- Si, no te preocupes ¿vale?- dije mientras me sentaba
- ¿Seguro?
- Si.
Estuvimos pasando la mañana hablando, jugando a las cartas, con el balón y así hasta la hora de comer.
Cada uno nos comimos nuestro bocadillo y después me puse a tomar el sol.
- Silvia, ¿te vienes al agua?- me preguntó Jessica mientras se sentaba a mi lado.
- No, ir vosotros.
- ¿Por qué no quieres?-siguió insistiendo.
- No me apetece y ya esta, no quiero dar explicaciones.
- Vale, por cierto, esta noche se viene Allison a dormir a mi casa, ¿te vienes tu también? Vamos a estar aquí hasta muy tarde.
- Voy a llamar a ver si me dejan.
Todos se fueron al agua, menos yo que me quedé en mi toalla.
Llamé a mis padres mientras se bañaban todos.
- ¿Mamá?
- Silvia, ¿te ha pasado algo?
- No, estamos bien, era por si me dejabas quedarme esta noche con Jessica, porfaaa.
- Vale
- Gracias mamá. Adiós.
En cuanto guardé el móvil en la mochila oí unas risas cada vez más fuertes y cuando estaban a mi lado me tiraron un cubo de agua encima.
Fueron Sergio y Collin.
- ¿Estáis tontos?
- Eh, relaja los humos, que cambio de antes a ahora-dijo Collin molesto.
- Pues dejadme en paz, por favor- me di la vuelta, me envolví en la toalla y cerré los ojos.
Esperé a que se fueran al agua para abrir los ojos y hacer algo que me distrajera. Al cabo del rato me senté y alguien me tocó por detrás.
- ¿Te pasa algo hoy?- me preguntó Sergio.
- No
- Yo creo que sí.
- No, nada, en serio.
- ¿Estas enfadada conmigo?
- No lo sé.
- Eso es un si.- dijo en tono muy bajo.-De verdad que lo siento.
- Lo hecho echo está y punto, olvidémoslo ya, por favor.
- De acuerdo, pero ¿te vienes a bañar?
- Contigo no. Luego me meteré yo tranquilamente.
- Vale.
Y se fue de nuevo al agua.
A los 5 minutos llegaron Allison y Jessica.
- A ver cuenta, cuenta ¿qué te ha dicho?
Se lo estuve contando, no tarde demasiado y cuando todos salieron del agua fui yo.
- Me voy a bañar.
Mientras iba hacia la orilla escuché algunos cuchicheos.
- Que rara esta.- oí decir a Oliver.
Estuve a mi aire, buceando y buscando conchas por el agua. Todos me estaban mirando y comentando mi comportamiento, pero me daba igual lo que dijeran. Como suelo aguantar mucho pues me sumergí a buscar más conchas y al ver que no salía del agua, Sergio vino en mi busca y todos se acercaron a la orilla.
Me cogió de un brazo y me sacó del agua.
- ¿Estas bien?
- Si, hasta que tu has llegado.
- Es que tardabas en salir.
- Aguanto mucho bajo el agua.
Me solté del brazo que todavía me tenía agarrada y salí del agua para secarme con la toalla mientras todos se quedaron paralizados ante mi actitud.
Puesto que estaba anocheciendo, los chicos hicieron una pequeña hoguera, ya que por las noches hacía frío, pero yo estaba sola alejada apoyada en una palmera, no quería estar con nadie.
Eran cerca de las 12 de la noche, yo ya me había comido un bocadillo, pero empecé a tiritar y alguien me tocó el hombro.
- ¿No vas a venir? Allí se está mas calentito.
No contesté, solo me salió darle un abrazo.
- Lo siento, es que después de lo de esta mañana y los comentarios que hacíais no quería estar con nadie, lo siento.
- No pasa nada pequeña.-dijo respondiendo a mi abrazo.
Miré hacia la hoguera y vi a Jessica sonreír.
Estuvimos un rato charlando y ya pasada la 1 empezamos a recoger.
- Bueno, entonces te vienes a mi casa ¿no?
- Si
- Pues vamos-dijo Allison muy alegre.
Nos despedimos de todos y fuimos andando hasta la casa de Jessica.